En un país los poderes facticos se manifiestan por el grado de presión que su presencia efectúa de manera fáctica, en los hechos, no necesariamente de iure. En nuestro país, de gran rigor histórico,la Iglesia ha sido uno de esos poderes, prácticamente desde la Conquista, con gran presencia durante la Colonia y el Virreinato, fue de acentuado protagonismo en la Guerra de La Reforma y el Movimiento Cristero. Sin duda, en la actualidad la voz de la Iglesia aún se escucha con misericordioso estruendo. Otro Poder fáctico lo escenifican las asociaciones empresariales, hoy por hoy cupularmente ayuntada con el poder político. Conceptualmente, hubo un tiempo en que los medios de comunicación eran considerados como “el Cuarto Poder” habida cuenta de su indiscutible influencia entre operadores gubernamentales. En los aciagos tiempos que ahora atestiguamos no sería muy atrevido incluir a grupos delincuenciales en el campo conceptual de Grupos de Poder, ya por su influencia en la integración de equipos de gobierno, o bien por la forma en cómo operan para desalentar la ejecución de políticas públicas, también, porqué no, por su letal participación para quitar de en medio obstáculos oficialistas que se opongan a sus intereses.
En cuanto a la indiscutible influencia operativa que sigue teniendo el expresidente López Obrador pudiera otorgársele también la denominación de poder fáctico, lo cual es un hecho indiscutible si juzgamos a partir de la forma en que coronó su iniciativa de reforma al Poder Judicial. Nada para el asombro, porque el poder fáctico es casi consustancial al poder de jure, pues no se concibe uno sin el otro. El quid de esa relación concomitante consiste en que, en términos de “normalidad”, en un sistema democrático el Poder Público debe estar por encima de todo poder factico, un país cualquiera quedaría expuesto a malas circunstancias en el caso donde los poderes facticos operen por encima o a contracorriente del poder constitucionalmente establecido. Esto último sería nefasto para cualquier país, que no ocurra en México es de central importancia para el futuro inmediato. |
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