Ahora, igual que en la década de los años cuarenta y cincuenta del siglo pasado el discurso público acude con singular vehemencia al vocablo , para con ello enfatizar su identidad con los gobernados, en aquellos años como se consideraba a toda la población mexicana, tal como lo establece la constitución general, pero en la retórica actual en una muy retorcida interpretación el es solo un sector de la población, se entiende que son los de condición económica en penuria. Esa diferencia se expresa con meridiana claridad en la actitud de los presidentes de antaño, que una vez electos se erigían en el presidente de todos los mexicanos, sin distinción de condición social o económica. Sin embargo, en los actuales tiempos la polarización se entroniza auspiciada desde la cúpula del poder, desde donde, en vez de hacer sentir que se gobierna para todos, se estimula el discurso que sataniza al adversario político o al que protesta por demanda social. Se habla de que este gobierno fue electo por “la mayoría” del pueblo mexicano, es una interpretación bastante errónea porque en realidad MORENA obtuvo el triunfo gracias a que una tercera parte de la ciudadanía empadronada votó a su favor, es decir, solo una tercera parte de “el pueblo”, que somos todos los nacidos en este país. Pero la democracia electoral dictamina que la mayoría de los votos gana, lo cual se institucionalmente se acata, por eso gobierna MORENA y se obedece y respeta a la presidenta Sheinbaum.
“El pueblo autorizó la reforma al poder judicial”, “el pueblo de México ya es dueño del agua”, son lemas que recuerdan aquello de que el “petróleo es del pueblo de México”, “PEMEX es de los mexicanos”, ¿de veras? Porque también somos dueños del litio que “nacionalizó” en acto patriotero López Obrador sin que haya todavía un gramo de ese metal en la superficie. No obstante, en ocasiones la actitud de la presidenta induce a pensar que solo gobierna para una parte del “pueblo”, o a lo que considera en sustancial olvido de que debe gobernarse para todos los mexicanos, opositores incluidos. Porque el “pueblo” no le dio la mayoría absoluta a MORENA y aliados, en esa maniobra no intervino, fue producto de una tramposa interpretación del Tribunal Electoral que le otorgó a MORENA y sus satélites una sobre representación no reflejada en las urnas. Y bien, por muy irrisorio que parezca, teóricamente los diputados “representan” al pueblo, concebido este como la población que habita este país. Pero todo el pueblo no vota, sino el sector poblacional que constitucionalmente adquirió la condición de ciudadano, una calidad que le atribuye el derecho a apoyar o a impugnar a quienes eventualmente ostentan el mando, porque en nuestro país hace mucho tiempo dejó su condición de siervo. Eso también teóricamente. |
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