La elección federal de 2006 resultó en auténtico desastre para el Partido Revolucionario Institucional porque, habiéndose sentido con elevadas posibilidades de recuperar la presidencia perdida seis años antes, su candidato presidencial, Roberto Madrazo, quedó relegado a un dramático tercer lugar, después de Felipe Calderón, quien resultó el ganador abanderando al PAN, y de Andrés Manuel López Obrador quien inició la narrativa del fraude porque fue superado con apretada ventaja por Calderón. Entre las causas de esa dolorosa derrota priista figuraba la profunda escisión partidista provocada por el rompimiento entre Roberto Madrazo y Arturo Montiel Rojas, quien había cabildeado para lograr esa candidatura arrebatada por Madrazo; resultado toxico de esa ruptura interna fue el TUCOM, “todos unidos contra Madrazo”, formado por varios gobernadores adeptos a Montiel que en la elección no pujaron a favor de Madrazo y de su partido.
Pero solo tres años después, en la elección intermedia de 2009, los números favorecieron contundentemente al PRI, que obtuvo un rotundo triunfo electoral, y en dramática voltereta el partido de Calderón, el PAN, sufrió una estrepitosa derrota porque, si bien tenían el poder presidencial, el PRI conservaba aún un dominio territorial compuesto por la mayor parte de las gubernaturas en su poder. La gran recuperación electoral del PRI se reflejó en 237 curules —183 de mayoría relativa y 54 plurinominales, 50 de ellas las obtuvo en coalición con el PVEM. En el Estado de México, el PAN perdió ante el PRI: Naucalpan, Cuautitlán Izcalli, Toluca y Tlalnepantla, y el PRD perdió Ecatepec, Texcoco y Nezahualcóyotl. La maquinaria priista demostraba estar nuevamente bien aceitada. El PAN paso a ser la segunda fuerza y el PRD la tercera fuerza política. La euforia se apoderó de los priistas. El gobernador Fidel Herrera Beltrán aseguró que este triunfo priista no lo posicionaba en la contienda interna para la candidatura presidencial del 2012: “Yo creo que me posiciona para seguir trabajando de gobernador que es mi contrato con los veracruzanos; a mi administración le quedan 512 días con muchas horas, con muchas acciones”. En el estado de México el PRI ganó 37 de los 45 distritos electorales, sin embargo, el gobernador Enrique Peña Nieto, modesto, declaró que ese triunfo no se debía al factor “Peña”, y que no le daba ventaja para la Presidencia. Tiempos y circunstancias, sin duda. |
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