Con la entrevista de Marco Rubio con la presidenta Sheinbaum culminó una ronda de negociaciones previas que culminaron con un Acuerdo de colaboración entre el gobierno mexicano y el estadounidense. Ayer, quienes en México están enterados de las complicidades de gente con poder con la delincuencia organizada, quienes son víctimas de la extorsión, y quienes mantienen pactos con la delincuencia permanecieron atentos a la importante visita del secretario de Estado estadounidense. No el Popolo minuto, cuya principal preocupación y esfuerzo están aplicados a conseguir el sustento diario porque si no trabajan no comen, Del referido encuentro resultó un Acuerdo sobre Seguridad y Aplicación de la ley, en realidad seguramente previamente consensuado para ser formalizados con la entrevista en comento. Por las declaraciones de Rubio y de la Fuente se sabe de la creación de un grupo de alto nivel “que se reunirá regularmente” para evaluar “las acciones para contrarrestar a los cárteles, fortalecer la seguridad fronteriza, eliminar los túneles fronterizos clandestinos, abordar los flujos financieros ilícitos, mejorar la colaboración para prevenir el robo de combustible, incrementar las inspecciones, investigaciones y procesos judiciales para detener el flujo de drogas y armas”, sin duda un Acuerdo de colaboración que hace drástico contraste con el cuento sexenal de los “abrazos y no balazos”. No pasará mucho tiempo para ver los resultados.
Porque el Acuerdo incluye lucha contra la impunidad, que se avistará cuando comience en México la implementación de los procesos judiciales, entonces, los destinatarios, que forman legión y algunos de alto vuelo, sufrirán prolongados insomnios, hay nombres muy conocidos. Esa será la respuesta a la exigencia pública de los mexicanos para que haya detenidos y no solo incautación o destrucción de laboratorios clandestinos, ni contenedores con miles de litros de combustible robado sin ningún responsable a la vista, o políticos a quienes la opinión pública señala por estar coludidos con la delincuencia organizada pero son intocables. Los nombres saldrán a luz pública, no pasará mucho tiempo para que las partes del Acuerdo en comento den señales de su efectividad. Exgobernadores, gobernadores, militares, aduaneros, banqueros, diputados, senadores, están atentos a este Acuerdo en proceso de cuyo éxito depende el futuro inmediato de este país, también del gobierno de Sheinbaum. La suerte está echada, es ahora o nunca. |
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