La presidenta Claudia Sheinbaum viene desplegando una agenda de informe itinerante iniciada el viernes en Guanajuato, Aguascalientes y Zacatecas; ayer sábado visitó Durango, Sonora y Nuevo León, Veracruz está entre las tres entidades que visitará este domingo. La ronda de apologistas califica esta gira “de rendición de cuentas” como histórica, aunque en realidad solo pudiera ser con afán propagandístico de su gobierno. Según el informe de inicio la idea de esta agenda informativa se centraba en informar sobre los programas sociales y el avance de la obra pública del gobierno federal. El tema de los programas sociales, ya se sabe, es una de las causas de los índices de pobreza en México; sin embargo, en materia de obra pública no hay mucho para informar, que no sea de los avances en obras iniciadas, que no son muchas porque el déficit presupuestal heredado de su antecesor no permitió iniciar un gobierno haciendo grandes obras. En Zacatecas, la presidenta se refirió a la reducción de los índices delincuenciales; en Sonora recordó, faltaba más, la desgracia de la Guardería ABC en tiempos de Calderón al tiempo de ofrecer construir muchas más. En Durango, prometió impulsar la ganadería y su gobierno e invertirá 700 millones para impulsar la producción de carne de calidad.
En ese contexto, la expectativa en Veracruz radica en lo que vaya a ofrecer en materia de obra pública, de salud, de seguridad pública, de impulso al sector agropecuario. En esta entidad la presidenta ya inauguró dos hospitales, el de Nautla y el Materno Infantil de Coatzacoalcos, bueno será informarle que el de Nautla funciona con deficiencias en abasto de medicinas, en equipo médico, no hay especialistas y las consultas están en déficit ante la demanda de ese lugar. Del Materno Infantil de Coatzacoalcos el sistema de aire acondicionado funciona a medias y se requiere de especialistas que aun no se contratan. Relativo a la obra pública, ojalá haya un programa de rehabilitación de carreteras porque también en ese ramo Veracruz está en penuria. Y por supuesto, debe saber que Veracruz permanece ávido de gozar de paz y tranquilidad social con menos violencia, sin extorsiones ni desaparecidos. Nada mal que la presidenta visite el territorio que gobierna, y lo mejor, que escuche de viva voz al pueblo que gobierna sobre las grandes necesidades que lo aquejan. Porque aquí antes que de ella escuchamos en 2010 “vamos bien y viene lo mejor”, y así nos ha ido. |
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