UN RUMOR disparado desde el interior del PRI Estatal encendió luces de alerta entre priistas. La supuesta renuncia del Presidente del CDE de ese instituto, Adolfo Ramírez Arana y la llegada como interina de Lorena Piñón Rivera, a fin de preparar el camino definitivo a la terrablanquense Carolina Gudiño Corro en cuestión de horas. La versión no dejó de ser un verdadero galimatías difundido –dicen los que saben- por la propia Piñón Rivera que busca quedarse con esa posición con el apoyo del dirigente nacional, el cuestionadísimo, Rafael Alejandro Moreno Cárdenas, popularmente conocido como “Alito” Moreno, y hasta incluso, como corolario, le han calentado el oído al ex Gobernador de Campeche argumentando que el “FoFo” Ramírez anda coqueteando con dirigentes de Movimiento Ciudadano. Basados en lo anterior, se lanzó el siseo dando a entender que el oriundo de Paso de Ovejas, donde ha fungido como alcalde en dos ocasiones, prepara maletas para incorporarse al dantismo, como lo han hecho infinidad de políticos priistas. La otra versión que se tiene sobre los hechos, es que el grupo político que comanda Lorena Piñón ve en riesgo su ascenso a la dirección del PRI Estatal si, como se dice, José Francisco Yunes Zorrilla logra colar en esa posición ya sea al, todavía alcalde de Cosoleacaque, Ponciano Vázquez Parissi o, en otra instancia, al ex candidato a la alcaldía por Xalapa, Silvio Lagos Galindo. Ambos casos representan un peligro para Piñón que se mueve a tambor batiente para atajarlos en aras de quedarse con una Presidencia que, según ella, corresponde a una mujer dizque porque son tiempos de mujeres. Los indicios apuntan a que el golpe estuvo dirigido más que para afectar al Fofo Ramírez, contener al grupo de Pepe Yunes ya que suponen que el de Perote buscaría ser diputado local o Federal en el 2027, y vaya que la merece, incluso, por la vía plurinominal dado que se trata de uno de los activos más importantes de ese partido en Veracruz y el País.
Y ES que de cara al 2027, cuando falta poco más de un año para la efervescencia electoral –interna de los partidos y externa constitucional-, algunos priistas comienzan a acelerarse, a grillarse entre si y descalificar a sus presuntos adversarios, ampliando con ello el descrédito de que ya goza el Revolucionario Institucional. Por ello los rumores no cesan y los medios de comunicación deben tener mucho cuidado en prestarse a esos juegos perversos que solo atentan contra el prestigio de periodistas que se van con la versión equivocada. Se sabe que, si habrá cambios en la dirección Estatal del PRI, pero que estos serán hasta el próximo año, luego de un encuentro que Alejandro Moreno sostendrá con los distintos grupos de poder que aún le quedan al ex partidazo, y partiendo de lo anterior se tomarán decisiones, aunque primero debería removerse al Comité Ejecutivo Nacional. Así de simple…
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SE CONOCE como mezquino a la persona que carece de generosidad y nobleza de espíritu, mostrando egoísmo, tacañería, avaricia o ruindad en sus acciones, a menudo centrada en el interés propio y en detalles insignificantes, incluso buscando perjudicar a otros por resentimiento o control. Se manifiesta en no querer dar o compartir, en pagar salarios bajos, o en actos de hipocresía y falta de ética, esto de acuerdo a la Real Academia de la Lengua Española, y eso es, precisamente, en lo que ha incurrido la Presidenta Claudia Sheinbaum, luego que, por segunda ocasión se negara a reconocer a María Corina Machado, la líder opositora venezolana que recientemente recibió el Premio Nobel de la Paz. Su silencio, dicen quienes conocen de definiciones lingüísticas, motivó cuestionamientos públicos y señalamientos de mezquindad y falta de sororidad hacia la política venezolana por parte de diversos sectores críticos. En ese contexto, la mezquindad es un comportamiento despreciable que se opone a la nobleza y la grandeza de espíritu, caracterizado por la restricción material y moral. Y es que, en efecto, la presidenta Sheinbaum, evitó opinar sobre el Premio Nobel de la Paz 2025 otorgado a Corina Machado, respondiendo al cuestionamiento: "Sin comentarios", y argumentando que la política exterior mexicana es de respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos, una postura que algunos interpretan como una forma de no intervenir en los asuntos internos de Venezuela y no criticar al gobierno del dictador Nicolás Maduro, quien se encuentra en la mira de los Estados Unidos. Sheinbaum, por lo tanto, no felicitó a Machado por el Nobel y optó por guardar silencio, citando la política de no intervención de México, lo que generó análisis sobre la relación de su gobierno con Venezuela y la tendencia que lleva México se convertirse en una nación apabullada por dictaduras comunistoides cuyo fracaso es más que evidente.
Y ES que, si bien, Sheinbaum declinó, una vez más opinar sobre la entrega del premio Nobel de la Paz a la activista venezolana, se refirió, sin embargo, a la situación que prevalece entre Estados Unidos y Venezuela al pronunciarse por el diálogo para la resolución de los conflictos. Por ello sostuvo que su gobierno respalda a Venezuela en el contexto de las tensiones actuales, subrayando que México “defiende la no invasión, la no injerencia y la decisión de los pueblos de tener a los gobiernos que decidan los propios pueblos”, aunque Venezuela ya decidió por Edmundo González en las elecciones presidenciales que se llevaron a cabo el domingo 28 de julio de 2024, pero el triunfo le fue arrebatado a fuerza de fraude y presión militar. En ese sentido, las elecciones presidenciales no fueron ni libres ni justas, al producirse en un contexto en el que el gobierno de Nicolás Maduro controlaba todos los poderes del Estado y reprimía a la oposición política. Pero la Presidenta de México insiste que, frente a la situación venezolana, la postura seguirá siendo la misma: apostar por el diálogo como vía de solución, sin tomar en cuenta que las elecciones de Venezuela estuvieron precedidas por el Acuerdo de Barbados sobre garantías electorales firmado entre el gobierno y la oposición en 2023, aunque desde la firma de este, fue violado repetidamente por el gobierno de Nicolás Maduro que buscaba con esos comicios legitimarse a nivel internacional para salir de las sanciones económicas. ONGs y partidos políticos venezolanos denunciaron, son embargo, el uso de desinformación, amenazas de muerte y agresiones físicas por parte de partidarios del chavismo y del Ejército de Liberación Nacional (ELN), una guerrilla colombiana de extrema izquierda, contra candidatos de la oposición. Como fuera, la distancia discursiva entre ambas figuras: María Corina Machado y Claudia Sheinbaum —una celebrada globalmente por su activismo, otra criticada por eludir posicionarse— alimentó la percepción de falta de solidaridad femenina en un momento de alta visibilidad internacional para Machado. Según analistas y voces opositoras, la postura de Sheinbaum refuerza la narrativa de alineamiento con el gobierno venezolano y deja sin respaldo simbólico a una mujer que enfrenta persecución política. Así se simple…OPINA carjesus30@hotmail.com
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