CUANDO LA Gobernadora Rocío Nahle asume que no sabía del aumento salarial del 25 por ciento asignado para ella y su gabinete, planteamiento inscrito en el Proyecto de Presupuesto de Egresos 2026 presentado por la Secretaría de Finanzas al Congreso local, está admitiendo que no está enterada de nada, y que su mandato se concreta a solo reprender públicamente a sus funcionarios, a la prensa y a quien la contradiga, porque un hecho tan significativo –y con tanta réplica en el sentir popular- no puede ser soslayado, y menos cuando la Presidenta Claudia Sheinbaum insiste, una y otra vez, en la austeridad republicana que, por supuesto, ni sus colaboradores ni los gobernadores, alcaldes o funcionarios de todos los niveles la acatan, pues basta verlos trepados en camionetas blindadas seguidos de dos o tres unidades que nunca soñaron tener, o refugiados en residencias o ranchos que anhelaban, pero que no dejaba de ser un sueño. Y es que si la Gobernadora no sabe que contiene el presupuesto de egresos del Estado, el instrumento que mueve todas sus acciones pues se trata de los recursos que se ejercen en beneficio de los gobernados, simple y llanamente no le interesa Veracruz. Porque el lunes, tras la ceremonia de graduación del curso de formación para la Policía de Proximidad Estatal, y la entrega de patrullas y equipo de seguridad, la mandataria fue cuestionada sobre el alza propuesta a menos de un año de asumir el cargo, a lo que respondió: “O sea ya no es 25 por ciento, ya es 17… pues fíjate que yo ni sabía, yo ni sabía; no, yo no sabía que iba a haber aumento salarial. Se presenta... ni siquiera está en el presupuesto”, expresó, pero por supuesto que está en el plan de egresos, y ella debe saberlo, porque se trata de recursos que salen de las arcas para ser aplicados a los distintos rubros que dan consistencia a la acción de gobernar. Pero Nahle –que insistimos y lo seguiremos haciendo: debe hacer a un lado la suficiencia y recurrir a asesores confiables que le indiquen que decir y que no-, refirió ante la machaca de reporteros de que sí está en el presupuesto: “En el presupuesto está un aumento a la burocracia, sobre todo al personal de confianza, y creo que de ahí se tomó… bueno, pues ahí está, pues si ustedes ya lo vieron ahí, ahí está”, cuando apenas segundos antes habría dicho que no sabía del aumento, y que era solo para la burocracia, cuando la gobernadora es parte de esa élite.
Y ES que, vista la burocracia sin un sentido peyorativo y apegado estrictamente a la definición de la real academia de la lengua, ese conglomerado es un sistema de organización caracterizado por la jerarquía (que puede ser, en este caso la titular del ejecutivo), reglas, procedimientos y división del trabajo para gestionar asuntos de manera formal y racional. Y si bien su propósito es aumentar la eficiencia, a menudo se asocia con la lentitud, la rigidez y la excesiva formalidad (papeleo), que puede generar ineficiencia. Sus características principales son, la jerarquía, que no es otra cosa sino una estructura de mando, donde cada nivel tiene autoridad sobre el inferior, y donde las tareas se dividen y asignan a individuos o departamentos específicos, lo que aumenta la especialización, ya que el funcionamiento se rige por un conjunto de reglas establecidas y un proceso estricto donde las relaciones se basan en las reglas y no en las relaciones personales. Ahora bien, burocracia suele usarse coloquialmente para describir la ineficiencia, la lentitud y la complejidad de los trámites administrativos, refiriéndose al conjunto de empleados públicos que forman el gobierno.
PERO VOLVIENDO al tema inicial, el aumento al salario de la Gobernadora que ahora pasaría de los 67 mil 800 pesos mensuales nominales a 84 mil 750, un aumento de 16 mil 950, lo que equivale a 2 mil 787 pesos diarios y un ingreso anual superior al millón de pesos, y su negativa de aceptar que ya lo sabía de antemano, ha provocado que la dirigencia estatal panista califique el incremento de ofensivo y cínico, ya que, según ellos, se trata de un gobierno que no da resultados ni rinde cuentas, y a cambio se le premia con aumento salarial desproporcionado. Más concretamente refieren: “Mientras Veracruz enfrenta una grave crisis de inseguridad, salud, una vida cada día más cara y falta de oportunidades, la gobernadora, en un acto de cinismo, propone aumentar su salario y el de su gabinete. ¿Dónde quedó el discurso de la austeridad y la justa medianía?
“Seguimos en crisis. El mensaje del gobierno es claro: lo único que les importa es beneficiarse personalmente mientras los veracruzanos pagan las consecuencias de sus errores”, anota Adrián Gabriel Hernández, secretario del partido blanquiazul.
HASTA EL momento la Gobernadora no ha dicho si aceptará el aumento o lo rechazará, pero si lo asume ganará 20 mil pesos más que su antecesor Cuitláhuac García Jiménez, además de que el ajuste también contempla a los secretarios de despacho con variaciones que van de los 11 a los 16 mil pesos mensuales, en un escenario donde, debido a las fuertes lluvias, miles de familias se quedaron sin patrimonio y sin empleo; 37 hogares están de luto y en seis más buscan parientes arrastrados por las corrientes de los ríos desbordados.
AHORA BIEN, nadie reclama a la Gobernadora el hecho de que piensen adquirir dos helicópteros y un avión para uso del Estado, pues quedó demostrado en las recientes inundaciones que por falta de esos aparatos la ayuda llegó tarde, lo mismo que la presencia de la titular del ejecutivo y sus colaboradores. Las aeronaves son esenciales para el bien funcionamiento del Gobierno, más aún en una Entidad cuyo diseño territorial se asemeja a un chorizo, pero el incremento a los salarios, en plena crisis y necesidades es un despropósito, aun cuando sabemos que un gobernante gana siempre más que su salario en nómina. Por ello la crítica, porque hasta para esas cosas se requiere estilo y oficio político para sortearlo, y sobre todo asesores que atemperen el mal carácter de la mandataria en turno, transformando el discurso rijoso en mensajes amables que le reditúen bonos sociales y no descalificaciones…
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FINALMENTE, EL Consejo General del Organismo Público Local Electoral del Estado realizó la asignación supletoria de regidurías en 126 ayuntamientos del Estado de Veracruz donde hubo algunas inconformidades; habrá 30 ayuntamientos con regiduría única, mientras en 96 ayuntamientos se aprobó la asignación de forma supletoria de 533 regidurías. Los municipios con regidorías únicas son:
Acajete, Acula, Acultzingo, Amatitlán, Aquila, Calcahualco, Camarón de Tejeda, Chalma, Chiconamel, Chinampa de Gorostiza, Chontla, Coacoatzintla, Coahuitlán, Cosautlán de Carvajal, Ilamatlán, Ixhuacán de los Reyes, Ixmatlahuacan, Landero y Coss, Magdalena, Mecatlán, Naranjal, Puente Nacional, Saltabarranca, Sochiapa, Tepetzintla, Tlacojalpan, Tlalnelhuayocan, Tuxtilla, Yecuatla y Zaragoza. Por lo demás, en los 126 ayuntamientos del Estado donde hubo algunas inconformidades, 69 regidurías serán para el PAN, 45 para el PRI, 49 para PT, 40 para el PVEM; 94 para MC; 167 para MORENA y 2 Independientes, y todos contentos. OPINA carjesus30@hotmail.com
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