Por Inocencio Yáñez Vicencio.
La reacción del pueblo bueno y sabio en las redes, muestra que cada vez sale de la anestesia morenista. Lo que parece muy extraño es que hasta ahora no haya ninguna investigación sobre el supuesto acosador de Claudia, Uriel " N". En otra circunstancias y escenarios ya sabríamos la situación del sujeto presuntamente agresor y su entorno.
El que fuera aprehendido en una con la cual tengo una relación como pocos, como lo es el Callejón de la Condesa, ubicado entre el edificio del Correo o Palacio Postal y el Palacio de Minería, que comienza en la Calle de Tacuba y termina en la calle de Madero( según por donde entre) , que actualmente está ocupada por libreros de ocasión y antiguos, que trabajan todos los días, me motivó a trasladarme hasta ese lugar.
Madrid, tiene los expendios que están a un costado del Museo del Prado, conocido por estar frente a la Estación Ferroviaria que lleva ese nombre; Barcelona tiene el Barrio San Antonio, que únicamente abre los Sábados; Buenos Aires, Argentina, tiene la calle de Carreras, la Ciudad de México, tiene el Callejón de la Condesa que vende todos los días y el Jardín o Panteón San Fernando, que trabaja los sábados y muchos otros sitios y ferias.
Con muchos de los libreros tengo una relación muy estrecha. Desde el 67 visito La Lagunilla. Ahí me topé con Carlos Monsiváis, con Guillermo de Teresa, Horacio Labastida...pero también frecuentaba La San Felipe, Iztapalapa, San Juán , La Buenos Aires...
Tuve el privilegio de Tratar a don Nicolás Casillas, de la librería Otelo, al decano Medina, de la calle de Seminario, padre de Chucho y Pepe Medina, al decano de libreros, el Lic. Jorge De Negri, de Oklahoma 25, de la Colonia Nápoles...
Este transitar por tianguis, bazares, librerías me llevó a conocer muchos libreros. A mi amigo Eligio Ramírez, dueño de la Rueca De Gandhi, lo trato desde que empezó en las calles de Independencia, con el difunto Arcadio, hace casi 40 años, que lo reencontré aquí.
Justamente este ir y venir por los espacios de venta de libro usado, me ha permitido coleccionar obras, como la primera edición de la Historia de Xalapa de Ribera Cambas, que no cuesta menos de 50 mil pesos y así muchísimos otros, pero también de entablar con algunos de ellos una gran amistad.
Confiado en esa amistad, hoy llegué a los puestos del Callejón de la Condesa. Avancé saludando a Mayi, a Isidro, a Cesario, a Luis, a Ramón, a Héctor...al llegar con mi amigo Ramón, sin imaginar a que iba, como siempre, lo provocó, recordando el alarde que hace de su veneración por Claudia Sheinbaum, inmediatamente Luis me comienza a dar la información que busco. Al decirle a Ramón que también van a venir por él, interviene Luis, deshojando la margarita. Dice si. Uriel: dormía aquí, su banda lo acompaña por la noche, me señala la banqueta del Costado de los edificios de Correos y Banco de México. Informa algo, muy importante que puede destruir el teatro del supuesto acoso, suelta que Uriel " N " , según platican sus compañeros se golpeó al caer , perdiendo un oído, oye con mucha dificultad, y como consecuencia de esa caída quedó afectado de sus facultades. Que dicen sus compañeros que están sorprendidos de su detención porque fue llamado para hacer ese supuesto acoso. De acuerdo con esta información, no sólo queda al descubierto que armaron el supuesto manoseo, sino que están consumado una acción criminal, al utilizar para su simulación un individuo en situación de calle y afectado de sus facultades.
Que nos dicen de esta infamia que han perpetrado los morenistas y sus bufones que por reflejos condicionados de inmediato condenaron a los que se atrevieron a dudar de la supuesta ofensa contra una mujer. No. Con esto queda probado y reprobado que Claudia Sheinbaum, no sólo ha continuado de espaldas a los grandes problemas de la mujer mexicana sino que no tiene límites su afán de ofenderla y degradarla.
Habiendo tantos otros recursos para intentar distraernos de la reacción que han provocado los últimos asesinatos, que desde luego, ponen en evidencia el fracaso de la estrategia de abrazos, no balazos, tuvo que armar un acto bochornoso, que explotando la perspectiva de género, terminó por enlodarla, sin ningún recato, ella y sus matraqueros.
Para hacer más creíble esta infamia, no únicamente lanzó indultos de carroñeros y buitres a los que pusieron en duda si teatro sino que amenazó con emprender acciones repredivas contra , según ella, las empresas que promueven estos " ataques", y para mostrar que va en serio, obligó que Reforma, se disculpara por dudar y ya le envió inspectores, recordando que , como toda dictadora, " si se equivoca, vuelve a mandar". |
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