Viéndose francamente muy mal. Y como perdió; pues peor. En la vida, por diferentes razones, hay líneas que no se deben de cruzar. Y no es el papel de un Jefe o Jefa de Estado, el pelearse con medio mundo...
Y, sobre todo, sabiendo -abusando también cabría- que la ética, la prudencia, o el riesgo de represalias, les impide a los demás el responder de la misma manera. Pero, mucha razón tuvo quien dijo que “el que se lleva, se aguanta”...
Ponerse a pelear con un abogado que, además no está en México, es dar importancia a sus opiniones; sea, las que sean. Era lógico que iba a salir perdiendo, pues tras las fronteras, a México no lo ven como aquí lo vemos, o, mejor dicho, como quieren que lo veamos...
El contundente hecho que desde Washington hayan señalado como terroristas a los cárteles mexicanos hace que el resto del mundo nos vea de otra manera. Y después de toda la podredumbre que está saliendo del sexenio pasado, no somos muy de fiar...
La que empezó descalificando al abogado Jeffrey Lichtman fue ella, al calificarlo como abogado de narcos. Tal vez ignorando, que la obligación de los abogados es defender a cualquiera con las Leyes en la mano. De igual manera que un médico estudió para salvar vidas, sin importar su historia o la gravedad de su padecimiento ...
El abogado calificó como absurdo que el Gobierno de México pidiera información sobre el acuerdo a que llegaron con Ovidio al que calificaban como terrorista, cuando decían que no pactaban con terroristas...
Si bien la respuesta de Jeffrey Lichtman no fue muy cortés que digamos, el decirle “que más bien parecía publirelacionista de los cárteles, que una ¡líder honesta!” fue terminante. Ni para defenderla; y menos cuando está pidiendo la extradición de Ovidio para que aquí sea juzgado...
Lo cierto es que ya no se ha vuelto a hablar del asunto, pues el breve intercambio no terminó por decisión unánime de Lichtman 1 Sheinbaum 0. Sino por fulminante KO. Término que hoy en día se utiliza como un golpe definitivo que deja sin respuesta al contrario...
Porque después de la maltratada que le dieron, como respuesta a la carta de Trump y el anuncio de los aranceles, alcanzó a decir “que Washington debe colaborar y disminuir el tráfico de armas a México”. Y ya como patada de ahogado, declaró que va a demandar al abogado Jeffrey Lichtman ¡por difamación!
Va lo prometido...
Vamos desde el principio; y hay que empezar por entender y aceptar que los humanos no somos de aquí, es decir, que venimos de fuera, que somos parásitos de La Tierra. Y que, al no encajar en ninguna cadena ecológica, o sea, que no somos el alimento de nadie; y, por ende, tampoco sabemos cuál es nuestra alimentación natural...
Sin soslayar que lo que más hacemos los humanos, es basura. Millones de toneladas de basura que está inundando al Planeta. Que es una cosa que nos diferencia del resto de los habitantes. Otra, y muy dolorosa, que el humano es el único animal que daña a su pareja. Y todavía peor...
El único animal que destruye su hábitat, lo que por sí solo habla de estulticia, a pesar de que se habla de inteligencia superior y ya no se diga a imagen y semejanza de quién, porque es francamente arrogantemente irrisorio
En el entendido de que cada animal tiene su muy específica alimentación. No come lo mismo un oso grizzly, que un oso polar, o un oso panda, por poner un ejemplo. Y cualquier animal al que le cambien su alimentación, irremediablemente se enfermará...
Ahora bien. Como todos somos el resultado de lo que hemos comido. No es lo mismo una civilización de trigo, que una de arroz, que una de maíz, o una de porquerías. Que es de lo que se está formando la humanidad de hoy...
Pero como toda vez que ya se me acabó el tiempo para enviar mi Columna a los Diarios que me hacen el favor de publicarla. Y para informar a todas las personas que me han preguntado sobre cómo curarse y rejuvenecer 10 años. Seguiré debiendo para mañana la forma de hacerlo; que, repito, es gratis, totalmente gratis. Que, como siempre, es lo mejor que hay en la vida.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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