Quien al parecer no se da cuenta de los problemas en que se ha metido por andarse peleando con el vecino; pues le sigue atizando recio al fuego. Y ahora sale con que Washington debe de reconocer que tiene un serio problema con el consumo de drogas. Y más. Que el cierre de la frontera al ganado mexicano tiene un trasfondo político...
Con esa actitud no muy van a mejorar las relaciones. Y los días que el presidente Trump le dio de plazo -aunque suene feo, así fue- siguen transcurriendo sin que desde EE.UU. vean los resultados
Al tema de actualidad...
A mediados del siglo pasado, en la mera Época de Oro del Cine Mexicano, cuando sus películas eran vistas por medio mundo. Cuando se viajaba y se enteraban de que en la reunión había un mexicano, los presentes lo festejaban y brindaban por ello...
En mucho, gracias al inmortal Pedro Infante Cruz (917 – 1957) lejano pariente por aquello del segundo apellido. Se habla de que mi abuelo, el General Roberto Cruz Díaz (1888 – 1990) tuvo más de 100 hijos. Algún día les platicaré la charla que al respecto tuve con él...
Pero regresemos con el ídolo al que le bastaron unos cuantos años para convertirse en leyenda...
En “Los tres Huastecos” Pedro interpreta el papel de unos hermanos trillizos, que por diferentes situaciones los separan desde pequeños y cada cual toma su propio destino. Uno es un militar, otro es un bandolero y el tercero es un cura...
Que se escandaliza por la vida que lleva el bandolero, al que no le quiere dar la absolución de sus pecados, hasta qué, a base de billetazos, el cura se los perdonó. Pero, “solo por tratarse de que el dinero es para los niños pobres”...
La película, magistralmente actuada por Pedro, que hacía los tres papeles, estrenada en 1948, bien podría haber sido como ¡una profecía! de lo que, a la vista de todos, hoy nos sucede. A no ser, porque la colusión de la iglesia con los delincuentes, que es la base de su poder, es milenaria...
O apoco alguno de mis tres amables lectores, cree que las enormes riquezas que tienen, les cayeron del cielo; o las trabajaron. La fundación del poder vaticano y del $umo Pontífice, fue producto de un fraude, conocido como “La Donación de Constantino”, llevado a cabo por quien acabaría siendo el Papa Silvestre I (285 – 335)...
Los curas son peores que los banqueros o los políticos. Todos quienes hacen cosas indebidas, caen en $u$ garras”. En el entendido que quienes no las hacen, pues no tienen que ir con ellos para nada. Pero los que sí traen cola, ya se enteraron de sus secretos; y eso cuesta...
Sus relaciones con las mafias son sabidas y ahora el arzobispo de Michoacán, Carlos Garfias Merlos, dice que hay que dialogar con los grupos delictivos para construir la paz...
Y lo dijo ante autoridades de los tres niveles. Y agregó, que en los talleres que están impartiendo para la construcción de la paz, se está capacitando a los sacerdotes para entrar en contacto con ellos...
Por lo que, de ahora en adelante, si va a confesarle sus pecados al señor cura, es probable que éste le pregunte si tiene por ahí algún “conecte”...
El caso es que estos defraudadores profesionales no quieren quedar fuera de la jugada de la paz, que además no sirve de nada; pero esperando que se olviden los millones que han sido asesinados por sus seguidores; y en el nombre de su dios...
El permitir que estos charlatanes continúen influyendo en la sociedad, es un retroceso que la Historia dice que no terminará nada bien...
Que el cura de Aguililla, Michoacán, haya convocado a una misa para reconciliar al Ejército con los habitantes, que han tenido confrontaciones por lo que juzgan escasos resultados en el combate a las drogas, es un muy serio aviso...
Desde luego que las intenciones no son malas; pero los antecedentes y el que sigan viviendo de la mentira, del chantaje, los descalifica. Curas como interlocutores entre el Gobierno y los delincuentes. ¡No, por Dios!
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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