Si puede haber algo peor que la guerra misma, con todo y sus millones de muertos -la inmensa mayoría inocentes, importante citarlo- más la destrucción de ciudades y familias, son las consecuencias que sufren los niños ante la pérdida de sus padres. Las generaciones post guerras, crecen con prejuicios y resentimientos...
Pero todavía mucho peor que todo eso, es que los seres humanos somos capaces de bajezas inimaginables. Secuestrar a menores de edad víctimas de la guerra ¡para venderlos! sólo mentes muy enfermas son capaces de eso...
Y todavía, los desfasados dicen que somos el Non Plus Ultra de la Creación y que estamos hechos a imagen y semejanza de algún Dios. Cuando el hombre es el único animal que daña a su pareja. Y más, el único animal que destruye su hábitat, que es lo más estúpido que se puede hacer...
Y finalmente, que es por dónde principia todo, el hombre es el único animal que se destruye a sí mismo.
Y como nadie puede dar lo que no tiene, destruye todo lo que le rodea. Y al parecer, La Madre Naturaleza ya se ha cansado de sus parásitos de los que deberá deshacerse...
Pero los temblores y sus consecuencias, como los tsunamis, son, por decirlo de alguna manera, locales. Y el daño que hacemos con la contaminación, es en todo el Planeta. Por lo que la forma de deshacerse de nosotros, deberá ser de otra forma...
Y el calentamiento global, que los científicos consideran a causa de la actividad humana -sesuda deducción- pudiera ser el que ha escogido su sistema inmunológico para librarse de la plaga humana que, obnubilada por su enfermedad -siempre se ha sostenido en este espacio que la humanidad está enferma- nunca ha entendido su situación, a pesar de que, a diferencia de todos los demás seres vivos, no tenemos, como todos ellos, ninguna función que desempeñar...
Por decirlo claramente; los humanos y las humanas, como dirían los ignorantes y las ignorantas, salimos sobrando en esta bendita Tierra. Las altas temperaturas que se están presentando, bien pueden ser su mecanismo de autodefensa, como lo es la elevación de la temperatura como síntoma de una enfermedad...
Y aunque la gente se pueda proteger del calor abrasador, la evaporación de las aguas y las precipitaciones harán que la vida se modifique o definitivamente desaparezca en muchas zonas. Y eso, sin contar con que la estulticia humana pueda coadyubar a que sea todavía más grave...
Porque lo que parece ser cierto, es que los que logren sobrevivir, tendrán que aprender a vivir de otra manera y tendrá que ser sin arrogancia y aprendiendo a convivir con todos los demás seres vivos, tomando muy en serio el que nadie tiene el derecho de matar a nadie...
Ahora bien...
Dados los tiempos que vivimos, es bueno volver a recordar las palabras de Napoleón Bonaparte (1769 – 1821) “Las mujeres, o son mejores que los hombres, o son peores; pero nunca iguales”...
Pudiendo sólo agregar, que cuando son copias, encajan perfectamente en lo dicho por El Gran Corso.
Y nos vemos mañana, si el Sol me presta vida.
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