DE ALGUNA manera, la movilización política de ayer, en el centro de la capital veracruzana, tuvo mucho de verdad y coincidencia entre quienes buscan, a través de la unidad política de los partidos políticos más importantes en el escenario político de la entidad, las posiciones clave para lograr este propósito, es decir, de buscar, por todos los medios, el rescate de Xalapa.
Pero, curiosamente, esta visión política, parece ser parte de todos los aspirantes y partidos políticos que los respaldan, pues no hay que olvidar que fue precisamente, en parte, este problema en el gobierno municipal, el que movió a todas las fuerzas políticas de Xalapa, saliendo a participar un buen número de candidatos, salidos de todos los sectores de la sociedad, para enfocarse, precisamente, en este asunto del rescate de este gran municipio veracruzano.
Quizá, el intento, de alguna forma construido, fue para hacer reflexionar a los ciudadanos que hace cuatro años, aproximadamente, votaron por un candidato improvisado y que ganó gracias al famoso efecto Peje, pero que, como en el caso del Presidente, no pudo hacer nada para responder a las esperanzas que pusieron en él los propios ciudadanos de Xalapa, y los que viven en los poblados que forman parte de esta misma circunscripción territorial.
Pero, comentamos, que el propósito es realmente bueno, y lo que llama la atención es que, fuera de la connotación política que pudo tener esta tumultuosa manifestación, es también el mismo intento de la oposición política, llámese a ésta como la propuesta de todos los candidatos para hacer cambiar las cosas en el gobierno municipal, de tal manera, que si le preguntan a los candidatos de los demás partidos, seguramente que contestarán que si, efectivamente, lo que todos quieren es buscar un mejor destino para la ciudad capital.
Morena, el partido político que respaldó al actual munícipe, tiene que aceptar que se equivocó y que ahora, buscando recomponer las cosas, ha invitado a participar a quien ya fue alcalde y que goza de una gran preferencia electoral, tal vez, nuevamente con la esperanza de revertir las cosas. Ahued, puede estar seguro el mismo pueblo jalapeño, tiene el mismo empeño que David Velasco, antes que la confrontación política, la de rescatar esta importante posición política.
Sí, aunque no se quiera creer, hay coincidencia política de todos los partidos políticos para que, con buena voluntad, hacer que Xalapa, en verdad, vuelva a florecer, porque en esta ocasión hasta los seguidores de Morena, seguramente se sienten avergonzados de su alcalde.
Y en lo que corresponde a la Diputación federal, todo indica que Morena, también se equivocó, pues su representante, del cual nadie sabe nada, nunca hizo nada respetable por apoyar este distrito electoral. Se quedó en el olvido, pero apareciendo ahora que busca nuevamente colocarse en esta curul. Lástima, le
dirán, como a Margarito, pero en Xalapa, se establece el mismo propósito, es decir, el de hacer cambiar las cosas.
Ahued, ya lo comentamos en muchas ocasiones, es un hombre que en sus hombros carga la responsabilidad de cumplir nuevamente con Xalapa. David, quizá, tenga el mismo compromiso, por lo que ya serán los ciudadanos, quienes, en verdad, decidan en las próximas elecciones del seis de junio.
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IGLESIA CATÓLICA, ¿PREOCUPADA POR SUS FIELES?.
DESDE HACE ALGÚN tiempo, la iglesia católica ha estado insistiendo en la posibilidad de que sus fieles salgan a votar el próximo seis de junio, haciéndolo por quien más consideren la mejor opción. Sin embargo, sin faltar a su responsabilidad de respetar los lineamientos políticos electorales, bajita la mano, no ha dejado de señalar los fracasos políticos de los gobiernos municipal, estatal y nacional, al referirse a las condiciones en que actualmente viven todos los ciudadanos, lo que no se ve mal, pues si bien tiene ciertos límites su intervención en la política, a veces sus recomendaciones suelen ser mejores que las que provienen del mismo gobierno en el poder.
Si, de alguna manera, hay que entender que la iglesia católica, tiene el deber de preocuparse por sus fieles y de procurar que éstos vivan mejor, porque de no ser así, no se entendería su presencia en este mundo y su gran influencia que tienen en la sociedad.
Aunque muchas de sus recomendaciones tienen cierto tinte político, no resultan ser una verdadera intromisión política, como la que, sin reparo alguno, lleva a cabo el mismo mandatario nacional.
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VIOLENCIA POLÍTICA, EN AUGE.
NO HAN FALTADO expresiones surgidas en el mismo seno de la sociedad, que ya están pidiendo que este ciclo político de campañas proselitistas, concluya de una buena vez.
Y es que, la misma sociedad, espera que con la conclusión del proceso electoral, disminuya la violencia política, que ha enlutado a varios hogares y ha puesto en alerta a todas las organizaciones políticas que se encuentran participando en estas elecciones.
Violencia política, sigue en auge, aún cuando ya están concluyendo las campañas.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede. |
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