De Veracruz al mundo
INNOVACION EDUCATIVA
Fernando Pelayo Rebolledo
2021-03-08 / 15:57:32
La Mujer y la educación.


La educación es un derecho básico y necesario para el desarrollo. Si queremos formar una sociedad justa e igualitaria, en la que las personas vean respetadas su dignidad y desarrollo integral, depende de una educación basada en el respeto del otro como ser humano.



La educación constituye un instrumento indispensable para alcanzar los objetivos de la igualdad, el desarrollo y la paz. La educación no discriminatoria beneficia tanto a las niñas como a los niños y conduce a relaciones más igualitarias entre mujeres y hombres. La igualdad de acceso a la educación y la obtención de educación son necesarias para que más mujeres se conviertan en agentes de cambio.



Afortunadamente se puede decir que, de manera general, el hecho de ser mujer ya no representa un obstáculo para hacer valer el derecho a la educación. La matrícula del Sistema Educativo Nacional se conforma por 36,635,816 estudiantes, de los cuales 18,373,677 (50.1%) son mujeres. La presencia de las estudiantes es similar en proporción a la de las mujeres en la población de México en 2018 (51.0%). Aunque las tasas de inasistencia son prácticamente idénticas entre alumnos y alumnas (14.7% y 14.1%, respectivamente) (INEE, 2019a, p. 42), “en general los hombres abandonan [la escuela] en mayor medida que las mujeres” (INEE, 2019a, p. 44), sobre todo en los últimos tramos de la educación obligatoria, lo que se ve reflejado en una diferencia en favor de las mujeres en eficiencia terminal en primaria, secundaria y media superior (0.4%, 5.4% y 8.6%, respectivamente) (INEE, 2019a, p. 46).



Lo señalado en el párrafo anterior da como resultado que una mayor proporción de mujeres (86.9%) de 20 a 24 años, en relación con los hombres (85.3%), cuente con al menos estudios completos de educación básica. No obstante, aún quedan vestigios de la exclusión educativa de las mujeres en el pasado, como el hecho de que en 2016 poseían un índice de analfabetismo (6.8%) mayor que el de los hombres (5.0%) (INEE, 2019b, p. 156). De hecho, en el periodo 1995 a 2016, existe un mayor crecimiento de la escolaridad media de las mujeres de 15 años o más que el de hombres, aunque la de los últimos sigue siendo superior por una diferencia de 0.3. Esta diferencia, representa la mitad de la existente en 1970, lo que indica una intensificación de la integración de la mujer al ámbito educativo (INEE, 2019b, p. 130.



La educación influye de forma crucial en nuestro desarrollo personal y nuestro futuro laboral, y debemos plantearnos si realmente la formación que disfrutamos hoy es igual para todas las personas, con independencia de su sexo. La escuela es un lugar privilegiado para enseñar valores como la igualdad y el respeto, pero todas las personas, en cualquier ámbito, debemos transmitir esos valores a las futuras generaciones; nuestro futuro depende de ello.



El camino para acabar con todas estas desigualdades pasa evidentemente por acabar con todo aquello que impide que la mujer tenga acceso a la educación, el trabajo y la política.



“Para hacerme poderosa solo necesito una cosa: educación”.



Malala Yousafzai.



Sugerencias y comentarios. pelayofernando10@hotmail.com



Mtro. Fernando Pelayo Rebolledo



Lic. En Ciencias y Técnicas de la Comunicación



Maestría en Educación

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