Por Héctor Yunes Landa
Si algo había distinguido al líder parlamentario de Morena y coordinador de la Junta de Coordinación Política del Congreso, Esteban Bautista, había sido la prudencia, tolerancia e institucionalidad, incluso por encima del frívolo desacato de los protocolos por parte de quien presidió la Mesa Directiva durante el primer año legislativo.
Aun hoy, a pesar de la furiosa campaña mediática en mi contra, ordenada por el propio Bautista y financiada con recursos públicos desde el propio Congreso, no seré rehén de la venganza que de nada sirve a Veracruz.
En su frenética descalificación, no desmintió nada de lo que he dicho. Ahí están los videos que tanto los lastiman. Lamento que su impotencia por defender lo indefendible, lo llevó a los ataques personales.
De infame y oportunista no me bajó en su “improvisada” mañanera.
Su ira, aunada a su desesperación, le llevó a generalizar, al calificar a todos los priistas como corruptos, llevándose entre las patas a sus dos benefactores: Javier Duarte y Fidel Herrera.
Sin embargo, de poco sirve a Veracruz, a los miles de familias damnificadas por las inundaciones en el norte del estado e incluso a la gobernadora Rocío Nahle, que el diputado Esteban Bautista confiese en privado que agraviarme era una instrucción “de la jefa”, lo que me desmintieron desde el mismísimo palacio de gobierno.
Ahora Bautista terminó como un mensajero oficioso. Pero de poco sirve también a la gobernadora y al Congreso, un mensajero oficioso que rompa la civilidad política que hasta ahora había mostrado.
Afortunadamente el reglamento del Congreso contempla “las alusiones personales” para defenderme de los agravios cuatroteistas, en voz del mensajero oficioso, lo que me permitió decirle en su cara a la chairisa parlamentaria que….
Infames son quienes sabiendo el riesgo que corrían miles de familias, no las alertaron a tiempo. Y que luego las acusaran de no querer evacuar.
Infame es quien, en medio de la emergencia, ni siquiera contestaba el teléfono a la mismísima presidenta de la República para informarle de la situación, porque se encontraba “fuera de base”.
Infames son aquéllos que llaman buitres a los veracruzanos que reclaman atención y apoyo. Que lo hacen dando la cara, incluso frente a la presidenta Sheinbaum.
Oportunistas son los funcionarios y diputados de Morena que han visitado la zona de desastre como una especie de turismo legislativo, con camisetas impresas con su nombre –algo que entiendo porque nadie los conoce-, y llevando más fotógrafos que despensas.
¿Por qué les cuesta tanto trabajo reconocer que la iniciativa de donar un mes de sueldo la hice yo, como consta en mis redes sociales y en mi solicitud formal a la presidencia de la Mesa Directiva, un día antes que al diputado Bautista se le ocurriera hacerlo ante la Jucopo?
Entiendo que Esteban Bautista haya borrado de sus redes sociales, el “videito” -como él lo llama a las redes- por el que me agravia, llamándome infame y oportunista. ¿Se arrepintió de su agravio? ¿Le dio vergüenza su bajeza?
Los beneficiarios de la beligerancia opositora de López Obrador, ahora exigen que guardemos silencio. No lo lograrán.
Así que, serénense…
La puntita
AMLO canceló el NAICM –lo que nos sigue costando miles de millones de pesos a los mexicanos- por una corrupción nunca demostrada. Hoy la ASF señala un desvío de 63 mdp en el parque ecológico construido sobre las ruinas del aeropuerto. ¡Eso es Morena! |
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