México y los mexicanos tenemos una tarea tan sencilla como titánica: reconstruir un nuevo pacto federal para alcanzar una verdadera paz social, de la misma forma en que lo propuso don Jesús Reyes Heroles con la reforma política de 1977.
A diferencia del pasado, el principal opositor a este cambio es precisamente un gobierno presidencial autoritario y hegemónico que buscan mantenerse en el poder a partir de la desaparición de las instituciones y no de su fortalecimiento.
Estas son sólo algunas de las conclusiones que nos ha ofrecido mi muy querido maestro Ignacio Morales Lechuga, durante la sesión inaugural de la cátedra Jesús Reyes Heroles, que imparte la Universidad IVES de Xalapa y que la coyuntura política del país y en Veracruz nos obligan a compartir.
¿Por qué se insiste en el planteamiento de que México ha retrocedido 50 años con los gobiernos de Morena?
A dos años de cumplirse el medio siglo de la primera y la más importante reforma política y electoral del país –hoy amenazada por someter al INE, desaparecer la figura de diputados de representación popular y permitir la intervención abierta del gobierno en los procesos electorales, como sucedió con el Poder Judicial-, Morena busca destruir la herencia democrática de don Jesús Reyes Heroles, paradójicamente, la misma que le permitió llegar al poder.
La reforma política de 1977 cumplió con varios objetivos: garantizar la participación política para facilitar la legalización y participación de nuevos partidos políticos en el sistema electoral; modernizar el sistema electoral estableciendo un marco legal más inclusivo y transparente para las elecciones; y fortalecer el sistema de partidos fomentando un sistema de partidos más plural y competitivo.
Sin embargo, la transición democrática también permitió a un grupo resentido y filibustero apropiarse de las banderas, causas y colores de la verdadera izquierda en México.
Hoy Morena y su ilegítima mayoría en las Cámaras ha roto el pacto federal, ha convertido al órgano electoral en un apéndice –como ha sucedido también con el Congreso y el Poder Judicial-, y ha permitido la persecución y el castigo a ciudadanos que se atreven a alzar la voz y criticar a los gobernantes.
No debemos olvidar que la crítica, como lo subrayó Morales Lechuga en su cátedra, es nuestro derecho y que se ha convertido en la única defensa que tenemos como ciudadanos.
Decía don Jesús Reyes Heroles en medio de un presidencialismo a ultranza: el presidente propone y el Congreso y la ley disponen. Hoy eso ha cambiado.
Como un cáncer que ha invadido silenciosamente a la sociedad mexicana y sus instituciones, Morena y sus caudillos pretenden formar a ciudadanos que sirvan al gobierno y no un gobierno que nos sirva a los ciudadanos.
Esa lógica perversa explica el colapso del sistema de salud, la cancelación de un modelo educativo basado en la calidad y competencias para dar paso a la ideologización de la nueva escuela. Y la peor crisis de inseguridad de la historia.
La soberanía no es una patente de corso que quienes están sentados temporalmente en una silla que no les pertenece.
Coincido con el maestro Morales Lechuga. Tiempos oscuros nos esperan.
La puntita
El ex presidente Emilio Portes Gil se formaba al pie del monumento a la Revolución, como cualquier otro ciudadano, a cobrar su pensión. Hoy el ex presidente López Obrador utiliza aviones, helicópteros y seguridad del Estado. En efecto, no son iguales. |
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