La mañana del sábado pasado, miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades del estado para conmemorar el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Cientos de rostros ausentes acompañaron el duelo de sus familias.
Con el dolor a cuestas, las madres buscadoras deben enfrentar todos los días el peor de los infiernos: la incertidumbre de la desaparición de sus padres, madres, hermanos, hijas e hijos, el desinterés y el trato hostil de las autoridades, y las amenazas de la delincuencia organizada –y hasta de la policía- por el trabajo que realizan.
Nadie las escucha. Nadie las protege. Son la más pura expresión de la ausencia de justicia y la inexistencia del Estado de derecho.
Alrededor del 45 por ciento de las quejas que se presentan ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) en Veracruz están relacionadas con casos de desapariciones de personas, pero ninguna es atendida.
Según lo narra el Colectivo Solecito, hace casi siete años, “en el cementerio clandestino de Colinas de Santa Fe, el entonces gobernador electo, Cuitláhuac García Jiménez, aseguró a las madres buscadoras que trabajaría con ellas para solucionar la crisis de desapariciones.”
“Ese 16 de octubre de 2018, una camioneta blanca dejó al político entre las cruces que colocaron las buscadoras, sobre el terreno donde habían exhumado más de 300 cráneos y miles de fragmentos óseos.”
“Abrazó a las mujeres, escuchó la misa y después, en un breve discurso, prometió que no habría perdón ni olvido, sino castigo para los culpables de ese horror, y ofreció lograr la pacificación del estado de la mano de los colectivos de búsqueda.”
¿Qué hizo el cínico Cuitláhuac García los siguientes seis años? Una infame simulación.
Durante el gobierno anterior, con más de 2 mil víctimas, aumentó en 59 por ciento el número de desapariciones de personas. Veracruz terminó como la cuarta entidad con la mayor cifra de personas desaparecidas.
Su última concesión antes de largarse, fue reducir 12.1% el presupuesto a la Comisión Estatal de Búsqueda, bajándolo de 24 millones a 21 millones, es decir, se destina poco más de tres mil pesos por persona desaparecida en el estado.
Pero la tragedia no termina ahí. Según el colectivo Solecito, se registraron más de 200 personas desaparecidas en lo que va del 2025 en el estado de Veracruz.
Como lo dijeron durante las incontables marchas a lo largo del estado, el estado las ha abandonado y las amenazas del crimen organizado se han cumplido. La búsqueda de personas por parte del gobierno no existe.
De acuerdo con el informe Desaparecer Otra Vez, tan sólo en Veracruz, 12 colectivos de familiares de personas desaparecidas han solicitado protección federal. El estado ocupa el tercer lugar a nivel nacional en este tipo de medidas, sin embargo, las amenazas y los ataques continúan.
En marzo pasado, dos policías municipales de Poza Rica –gobernado por Morena- fueron aprehendidos como presuntos responsables del asesinato de Magdaleno Pérez Santés, conocido por todos los grupos colectivos como Maleno, un padre buscador que dedicaba sus esfuerzos a localizar a su hija desaparecida.
Esa es la justicia que prometieron.
La puntita
Según las investigaciones sobre los hechos suscitados en el senado de la República, entre Alito Morano y Fernández ‘la Roña’, se puede concluir que el único delito imputable al dirigente nacional del PRI, es el de “maltrato animal”: Facebook. |
|