Hace varias décadas que el Partido Acción Nacional perdió gran parte de su identidad, cuando se nutrió de empresarios, los que llegaron a dominar las principales nominaciones y cargos de dirigencia.
Sin embargo, el actual PAN dista mucho siquiera de ese, que aliado con los empresarios consiguió su propósito de llevar a uno de los nuevos suyos a la Presidencia de la República, sin importar sacrificar sus principios.
Aquel PAN fundado en 1940, para contrarrestar la política izquierdista de Lázaro Cárdenas, quedó simplemente en el recuerdo, el de ahora es aliado de una izquierda sui generis.
Desde que advirtió su imposibilidad de ganar elecciones solamente con su emblema, los dirigentes panista viraron la mirada hacia el que era entonces el principal partido de izquierda. El PRD se convirtió en un aliado que le permitió alcanzar los triunfos en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, en 2010. Repitió la estrategia en 2016 y nuevamente Puebla y ahora Veracruz, fueron ganados por su candidato apoyado por el partido del sol azteca.
Por eso, para la elección de 2018 armaron lo que llamaron un Frente en alianza con el PRD y Movimiento Ciudadano, siempre bajo las mismas bases, el candidato lo pone el panismo y las demás candidaturas se repartieron entre militantes de los tres partidos.
Fue un total fracaso, los trece millones de votos logrados por el panista Ricardo Anaya, con todo y el respaldo de MC y PRD, no fue siquiera la mitad de los 30 millones logrados por el candidato presidencial ganador, Andrés Manuel López Obrador, aunque ese mismo frente logró ganar nuevamente el gobierno de Puebla.
Con todo y las impugnaciones por parte del candidato de MORENA, Luis Miguel Barbosa, el Tribunal Electoral reconoció la victoria de Martha Erika Alonso, la esposa del ex gobernador Rafael Moreno Valle, quien gobernó por menos de quince días.
La muerte de los dos personajes (Moreno Valle y Martha Erika) mostró la fragilidad del panismo poblano, donde no pudieron rescatar para uno de sus miembros el interinato de esa gubernatura ganada en las urnas. Bueno lo endeble de su estructura ni siquiera permitió a un aliado natural, el ex dirigente estatal de Nueva Alianza, Gerardo Islas, conseguir ese respaldo.
La orfandad del PAN en Puebla es manifiesta, tanto que optaron por llevar como su candidato al gobierno estatal, en la elección extraordinaria de junio próximo a un ex aspirante de MORENA.
Es cierto que Enrique Cárdenas no ha sido militante de MORENA, aunque si simpatizante por lo que pretendió ser el candidato de ese partido en 2018 y ahora participará como abanderado del PAN, respaldado por MC y PRD.
La realidad del PAN, dista mucho de lo que pregona su dirigente nacional, Marko Cortés y muchos menos se acerca a los sueños de su ex candidato presidencial Ricardo Anaya, quien señala que de no ser por la persecución judicial de que fue objeto, hubiese sido un competidor más cercano a los números de AMLO.
El PAN se ve desdibujado, sin brújula y siquiera sin parecerse al que fundara Manuel Gómez Morín y otros destacados personajes.
Email: ramonzurita44@hotmail.com |
|