Todo apunta a que este lunes dejará la titularidad de la Fiscalía General del Estado de Veracruz la señora Verónica Hernández Giadáns, quien durante más de seis meses ocupó de manera espuria el cargo. Hernández Giadáns fue la “edecán” de Eric Patrocinio Cisneros Burgos, uno de los funcionarios más oscuros de la Cuarta Transformación en Veracruz; y no lo decimos por su negritud. La fiscal espuria se negaba a dejar el cargo, pues ella aseguraba que la habían nombrado por 9 años. Sin embargo, la señora ya estorbaba. El aroma de su presencia es como el que cunde en el edificio de los servicios periciales; a puro cadáver. Ella pudo haber negociado su salida, pudo haber alcanzado un pacto de impunidad muy a la manera de la 4T. Sin embargo, otros personajes incómodos y corruptos como Marcela Aguilera Landeta o el llamado “Pámpano”, Manuel Fernández Olivares, a quien ligan con grupos del crimen organizado, seguro esos tendrán que pagar los platos rotos. Todo indica que Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre, quien quiso ser presidenta del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz vía elección judicial, será la que presida la fiscalía. Otros que aspiraban, como Diego Castañeda, se descartaron. Todos los que han tenido que resolver asuntos judiciales en la Fiscalía, saben que esta dependencia requiere de más eficiencia, más transparencia, más humanidad. Esperemos que quienes lleguen lo hagan para trabajar para los veracruzanos y no sólo para la gobernadora Rocío Nahle.
El Tren Maya, un megaproyecto oneroso y de dudosa eficiencia. Se cuadruplica su deuda. Podría ser una carga perpetua para las finanzas públicas
El Tren Maya, uno de los proyectos emblemáticos del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, enfrenta una crisis financiera que expone su carácter oneroso y su baja eficiencia operativa. En solo nueve meses de 2025, la deuda de la empresa estatal con proveedores y empleados se cuadruplicó, pasando de 620 millones de pesos en enero a 2 mil 470 millones en septiembre, un incremento del 298% que refleja un deterioro acelerado. Este desbalance se debe a que los gastos operativos superan con creces los ingresos propios: entre enero y septiembre, el proyecto generó apenas 387 millones de pesos en taquillas y servicios, frente a los 3 mil 68 millones en costos, lo que resultó en pérdidas netas de 2 mil 681 millones antes de subsidios federales. Desde su inauguración el Tren Maya ha sido una carga para las finanzas públicas, es un proyecto que no podría operar sin los subsidios gubernamentales, los cuales son indispensables para su supervivencia, pero insuficientes para garantizar rentabilidad a corto plazo. El director general, Óscar David Lozano Águila, admitió en mayo que la operación de pasajeros no es viable. Administrado por la Sedena desde su inauguración parcial en diciembre de 2023, el proyecto acumula críticas por su impacto ambiental y social, priorizando propaganda sobre transparencia y eficiencia real. Analistas advierten que, sin reformas drásticas, este "motor de desarrollo" del sureste podría convertirse en una carga perpetua para las finanzas públicas.
¿Se gastaría usted 927 mil pesos para ver a la selección de México jugando contra Sudáfrica en la inauguración del Mundial 2026?
La fiebre por el Mundial 2026 ya genera controversia en México, pues los boletos para el partido inaugural entre la Selección Mexicana y Sudáfrica, programado el 11 de junio en el renovado Estadio Azteca se cotizan en reventa hasta en 927 mil 429 pesos por localidades premium a nivel de cancha. Esta cifra refleja una demanda desbordada tras el sorteo de grupos, que posicionó al Tri en el Grupo A junto a los sudafricanos y Corea del Sur, convirtiendo el duelo en un evento histórico que evoca la apertura de Sudáfrica 2010. En el mercado secundario oficial, los precios
escalan rápidamente. Mientras las entradas más accesibles en zonas altas superan los 62 mil 250 pesos (categoría 3), los paquetes hospitality como Pitchside Lounge superan el millón y medio de pesos, exclusivos para VIP con servicios premium. Estos montos contrastan drásticamente con los oficiales de la FIFA, que inician en 150 dólares (alrededor de 2 mil 700 pesos) para categoría 4 en la fase de grupos. La reventa, impulsada por especuladores, ha multiplicado los costos hasta 500 veces, dejando fuera a la afición media y cuestionando la equidad del acceso. El Estadio Azteca, sede por tercera vez de un Mundial tras 1970 y 1986, espera albergar hasta 87 mil espectadores en su versión modernizada, pero la opacidad en la distribución inicial y el frenesí post-sorteo han disparado alertas. Analistas advierten que, sin intervención de la FIFA, estos precios "de locos" podrían dejar afuera a los verdaderos hinchas, priorizando el lucro sobre la pasión futbolera en un torneo que México coorganiza con EE.UU. y Canadá.
Armando Ortiz Twitter: @aortiz52 @lbajopalabra |
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