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Xalapa, Ver.- La agrupación Ipas Latinoamérica y el Caribe (LAC), señala que la vinculación entre el derecho al cuidado y el derecho a decidir es central para lograr la igualdad sustantiva. “Ambos son interdependientes de otros derechos humanos como la autonomía, la salud, la vida digna, el bienestar, la protección social y la justicia para todas las personas, especialmente aquellas que han sido históricamente invisibilizadas.” Asimismo, “el cuidado y la salud sexual y reproductiva no son responsabilidades privadas, sino que “obligaciones públicas y deben ser garantizadas por los Estados a través de políticas integrales, accesibles y con enfoques de derechos humanos, género, interseccionalidad e interculturalidad”. A pocas semanas del Día de Acción Global por el Aborto Legal, Seguro y Accesible (28 de septiembre) y tras la 16 Conferencia Regional sobre las Mujeres, Marisol Escudero Martínez, subdirectora de Incidencia de Ipas LAC, apuntó que el acceso efectivo a servicios de aborto seguro es indispensable para que los Estados garanticen el más alto estándar de salud a quienes ejercen tareas de cuidado. Sobre el Compromiso de Tlatelolco, emitido el pasado 15 de agosto en dicha cumbre realizada en la Ciudad de México, Escudero Martínez sostuvo que es un acuerdo “sin precedentes”, ya que es un plan de acción de diez años (2025–2035) centrado en la construcción de una sociedad del cuidado, como base para garantizar la autonomía reproductiva, la igualdad de género y la justicia social en la región. De igual forma, reconoce que el cuidado no es una responsabilidad individual ni exclusiva de las mujeres, sino un derecho humano que debe ser garantizado por el Estado, distribuido socialmente y respaldado por políticas públicas con enfoque de género, interseccional e intercultural. También establece que la salud sexual y reproductiva es un derecho esencial para garantizar la autonomía, incluyendo el acceso a servicios y la educación integral en sexualidad como pilar de la prevención, libertad y acceso a oportunidades. Escudero Martínez indica: “Frente a las desigualdades sociales, la falta de acceso al aborto y el abandono estatal de los cuidados, el Compromiso de Tlatelolco es un mensaje de esperanza colectiva. Reafirma el compromiso de la región con las mujeres, personas gestantes, adolescentes y niñas, y reconoce que los derechos humanos, incluyendo los derechos sexuales y reproductivos, y la igualdad de género son pilares esenciales para una democracia con justicia social”.
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