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XALAPA.- Aunque hay quienes dicen – metafóricamente hablando – que si el Órgano de Fiscalización Superior, Orfis, camina, grazna y nada como pato, lo más seguro es que sea un pato, con gran ingenuidad, acaso suponiendo que la clase política puede seguir dando atole con el dedo a los veracruzanos, la auditora general, Delia González Cobos, aseguró este jueves que el organismo a su cargo no está siendo usado políticamente o como brazo ejecutor contra opositores al gobierno actual. Durante el evento por el Día Internacional contra la Corrupción, celebrado en el Congreso local, la auditora general rechazó actuar de forma política. Esto, luego de la aprehensión y vinculación a proceso de Tito "N" por presuntas irregularidades a su paso por el gobierno de Tierra Blanca, a lo que González Cobos afirmó que el órgano está haciendo su trabajo. Al respecto, señaló que en todos los casos se busca que sean aclarados los señalamientos de daño patrimonial "y si no se aclaran, tendrán que atender las responsabilidades". La auditora defendió que en el Orfis, desde que inician los procesos de fiscalización, se empiezan a recuperar montos y a regularizarse algunas comprobaciones; si los señalamientos no se pueden comprobar, entonces, dijo, hay reintegros. Recordó que este año el ente a su cargo recuperó 196 millones de la Cuenta Pública 2019, frente a los 100 millones del año anterior; sin embargo, cabe recordar que el daño patrimonial en esa cuenta fue de 2 mil 800 millones. "A lo que me refiero es que en el proceso de fiscalización hay reintegros y estamos trabajando en eso", insistió. González Cobos recordó que los alcaldes salientes tienen hasta el término de su administración o como máximo hasta enero del 2021 para aclarar las irregularidades que han sido detectadas. En todo caso, concluyó, deberán tener en cuenta que aun cuando hayan terminado su gestión, pueden ser susceptibles de ser llamados a rendir cuentas. Así las cosas.
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