JOSE LIMA COBOS*
Así como se atosigó a los mexicanos que López Obrador era un peligro para México y el poder corruptor no sirvió de mucho a la oligarquía mexicana – solo retrasó la transformación de la nación, con el fraude electoral de Fox -Ugalde -para que la presidencia de la república quedara en manos de Felipe Calderón Hinojosa-, con la renovación del poder judicial federal y de los Estados, se abre la esperanza de que la impartición de la justicia sea efectiva y quienes la impartieron o impartan hoy, sean los encarcelados , por su responsabilidad sin consecuencias, que tiene a mucho en prisión o bien que han sido despojado de sus bienes.
Si se revisa con acuciosidad las resoluciones que operaron durante esta etapa negra que vivió la nación, con la actuación de quienes hoy dejan de ser jueces, magistrados y ministros en todos los niveles,{federal y estatal y se les castiga de manera severa, se podrá respirar mejor y se verán resultados elocuentes en que, la frase de Morelos se cumpla ,.es decir, que existió o exista un tribunal que te ampare y proteja ante el abuso de los poderosos, pues está demostrado, y así lo denunció el ex ministro Zaldívar , solo estuvo al servicio de los poderoso, como se mostró con los crimines de Atenco, Ayotzinapa o los niños quemados en la guardería de ABC de Sonora, que aún esperan justicia
La complicidad de los impartidores de justicia con la delincuencia, se evidencia con las resoluciones de algunos ministros o magistrados que fueron obstáculos para impartir justicia como de los ex ministros Pérez Dayan, Luis María Aguilar, Medina Mora o Piña Hernández , etcétera , que refleja en la liberación de cuentas bancarias, el no pago de impuestos de los grandes empresa, o bien en la negativa de que el pueblo sea el propietario único de los bienes estratégicos de la nación, como petróleo, agua , electricidad o el cobro de las contribuciones para el bienestar.
Si lo anterior n o fuera suficiente, ahí están los casos de los narcotraficantes que tiene en su poder del gobierno de los Estados Unidos con el Chapo Guzman, Zambada o bien García Luna – secretario de seguridad de Calderón,
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