Por Inocencio Yáñez Vicencio.
Sería una gran incongruencia de mi parte estar reclamándole a Héctor Yunes Landa, que se asuma como oposición y ahora que se ha decidido a hacerlo frontalmente, le niegue su mérito. No faltarán quiénes digan: virtud por necesidad. No. Lo que estoy demuestra es que , como dijera Don Jesús Reyes Heroles, la política no es lineal, no tiene nada que ver con la línea recta.
Le he reclamado que promueva a su partido antes que a él, que pugne porque las candidaturas y cargos de su partido se asignen a lo mejor y no a buscachambas y cascajo, y porque encabece corrientes para radicalizar o moderar, no corrientes de presión al interior del PRI. Son asignaturas pendientes. Debe entender que el tricolor no sólo sufrió en el 2018 una derrota electoral sino, lo más grave, cultural, es decir, de rechazo a costumbres, prácticas, reglas...; sin desconocer que su descrédito puede estar más en lo que se cree que hizo mal, que en lo que realmente es condenable. En todo caso fue su incapacidad para encarar los nuevos retos, donde ocupa un lugar relevante su falta de cuadros para librar con éxito la batalla de las ideas.
En medio de una pérdida de institucionalidad, caracterizada en que las decisiones fundamentales en lugar de ser tomadas por los órganos de gobierno partidistas, eran dejadas a los funcionarios de mayor relieve; en que los liderazgos auténticos fueron reemplazados por figuras mediáticas; en que el partido diluyó su público y no supo construir el discurso para su franja electoral; que no supo enfrentar la campaña contra la política y menos deslindar lo que realmente le toca hoy a la política; dar prioridad a una desregulación en deterioro de la nación; poner por delante una concepción neutral del Estado, relegando el rumbo social que le dió razón de ser...; no puede admitirse esas conductas pragmática de mera lucha del poder por el poder, que son, precisamente, las que abrieron las puertas a la banda oportunista que ha destruido la República y la democracia y que hoy exige levantar un frente amplio contra el vandalismo de Morena, donde tienen cabida todos los hombres y mujeres, que tienen interés en que retomemos el camino de un gobierno limitado y sometido al derecho, un derecho surgido, no como capricho de una facción, sino del consenso y el acuerdo de todas las fuerzas representativas.
Lo señalé oportunamente. El enojo de Estaban Bautista contra Héctor Yunes, más allá de las despensas descubiertas en las bodegas del Palacio Legislativo y dado a conocer, partía del hecho, verificado con el paso de los días, se debe a qué el activismo del diputado priísta, mostró que hoy, como nunca antes, esa representación popular, ha sido degrada por el profesor Bautista, a un simple comité de aplausos del peor gobierno de todos los tiempos de Veracruz.
Es claro que el diputado Bautista, cuando pone mucho énfasis en su camiseta, exhibe tal ignorancia que ni siquiera sabe que un diputado deja de representar a su partido, al partido que lo postuló para concursar por tal cargo, y una vez electo representa a un todo, sujeto a la voluntad del Constituyente, expresada en la Ley Suprema, no en una señora que se llama Rocío Nahle, que es par de cada uno de los diputados y que como dijera El Justicia Mayor: juntos somos más que usted.
Así que, profe Bautista, comportarse como lo exige su investidura como testaferros de la gobernadora.
En el intercambio, entre el profe Esteban Bautista y Héctor Yunes, desde luego saltan enormes diferencias, pero la que no se puede ocultar, es que mientras el morenista luce su correa, el priísta hace gala de su autonomía. El profe Bautista debe saber que el representante liberal a diferencia del representante estamental, no está sujeto a ningún cuaderno de instrucción, sólo debe obedecer a su conciencia. Tantos años criticar la línea de partido y hoy los morenistas no son capaces de cambiarle ni una coma a las ocurrencias de sus amos.
Lástima Margarito. Lo que si dejó claro el profesor es que ni siquiera le informan que el catálogo de mentiras que maneja ya han sido pulverizados por los opositores a la banda morenista y que pareciera que quien lo puso a disciplinar su rebaño, lo decidió en una tómbola o fue una decisión doméstica, como todas, pero esta fue entre quién cuidaría la puerta y quién sería el pastor de los diputados morenista.
Tan mediocre, tan mediocre es el profesor Esteban Bautista, que permitió que le impusieran como coordinador de comunicación, no un comunicador imparcial sino uno vinculado al más rancio linaje de resentidos, especializado en destruir honras y atacar a todos los que no se les someten.
La distribución de despensa durante estás inundaciones se agradece, pero, lo que la sociedad reclama es esta como todas las tragedias dejen de servir para que Morena lucre con las tragedias y no hablemos en el aire. López Obrador ofreció un fideicomiso en 2017, que no obstante darle muchos votos, no entregó nada. Con motivo del huracán Otis, se robaron las despensas que le quitaron a los familiares que llevaban a las víctimas. Ya dejen de calumniar. Las ratas hoy están en Morena. Acusan al Fonden de corrupto y su director con Peña, y resulta que José María Tapia, es candidato de Morena. Por eso más que andar repartiendo despensas, queremos que los diputados nombren comisiones que vigilen que se acabe tanta simulación de Rocío Nahle, porque mientras ella hace cuentas alegres, los que somos y tenemos familias en la región inundada, debemos que la gran mayoría de la población no ha recibido ayuda y las visitas, después del rechazo en Poza Rica, son visitas arregladas y para tomarse la foto. Bueno sería que exijan que cada secretaria presente y ejecute un plan de reconstrucción.
En esta batalla por la reconstrucción de nuestra región y la nación, caben todos los que están comprometidos con la República democrática, de derecho y social, lucha en la que esperemos recuperar a un Héctor Yunes, consecuente, sabiendo que la política es acción, antes que otra cosa, por lo que las ideas para que no sean estériles, necesitan de una acción que las ponga en movimiento. |
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