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Xalapa, Ver.-
Otro escandalo para la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz. Una denuncia anónima, procedente del propio personal operativo, afirma que el delegado del Mando Único de Córdoba, identificado como Pedro López Arias, alias “Flash”, de encabeza un régimen interno basado en el miedo, el abuso de autoridad, la misoginia, la intimidación y la presunta manipulación de procedimientos administrativos para perjudicar a los elementos que no siguen “sus reglas”. En la denuncia dirigida a la gobernadora Rocío Nahle García, se acusa al secretario de Seguridad Pública, contraalmirante IM Alfonso Reyes Garcés, así como a la CNDH y a Asuntos Internos, describe una delegación fracturada, debilitada y obligada a operar bajo un clima de terror. “Flash hace y deshace a su voluntad”: señalamientos de un poder sin freno. Según el testimonio del personal, desde su llegada el funcionario habría actuado con total impunidad, presumiendo estar protegido por altos mandos, por ello, inició cambios inmediatos y masivos de personal para sustituir a elementos experimentados por “sus supuestos hombres de confianza”. Humillaciones públicas hacia policías tanto hombres como mujeres. Comentarios y conductas abiertamente misóginas, señalando que “las mujeres no sirven para nada” en la delegación. Amenazas directas de “reventar” a los elementos y enviarlos a los peores servicios si no obedecen sus órdenes. Presunta fabricación de faltas administrativas y carpetas, provocadas por él mismo para castigar a quienes le resultan incómodos.
Despojo de bienes personales a elementos en servicio. Uno de los señalamientos más delicados apunta que el delegado ordena “bajar vehículos” deliberadamente para generarles faltas y luego “trabajarlas” a su conveniencia dentro del Mando Único. La denuncia también afirma que el delegado ha sido visto incurriendo en conductas impropias dentro de instalaciones oficiales, incluyendo presunto acercamiento inapropiado a una elemento de Marina dentro de la delegación, incluso en horarios nocturnos, sin que sus supervisores intervengan. Los comandantes de unidad, según la denuncia, también estarían siendo amenazados, obligados a generar faltas administrativas contra elementos; de no hacerlo, serían removidos o castigados enviándolos a otras comandancias. L os supervisores identificados como “Turro”, “Cachorro”, y el grupo de cuartel “Perro” o “Pie”, operan —según la denuncia— bajo la misma ideología del delegado, imponiendo prácticas retrógradas como los “cantonazos”, pese a estar prohibidos. Ante lo anterior, solicitan con urgencia la intervención de autoridades estatales y federales antes de que la situación se deteriore aún más. Habrá que esperar la respuesta de la gobernadora, si es que les pone atención....
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