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Xalapa, Ver.-
Además de su salario mensual de 79 mil pesos netos como Diputado Federal, 45 mil 786 pesos de “Asistencia Legislativa”, 24 mil pesos de “Apoyo de Transportación y Hospedaje”, Zenyazen Escobar recibe del presupuesto del Congreso 28 mil 772 pesos cada mes para el funcionamiento de su oficina de Atención Ciudadana. Sin embargo, desde su apertura, realizada el año pasado, esa oficina de “Atención Ciudadana”, ubicada en la calle 16, entre avenidas 1 (prolongación) y avenida 5 del centro de Córdoba, se encuentra cerrada, eso sí, custodiada por una patrulla de la Policía Municipal abandonada. Lo anterior confirma que, acostumbrado a la corrupción y al engaño, las oficinas de Atención Ciudadana del Diputado Federal de Morena por Córdoba son “fantasma”, solo para justificar los casi 28 mil pesos que recibe mensualmente del erario por ese concepto. El problema es que, como Diputado Federal, el Zen, como le dicen sus compinches, ha sido un fiasco, pues de acuerdo con información de Transparencia de la Cámara de Diputados, sólo ha presentado 3 iniciativas y dos de ellas las retiraron; la tercera es una iniciativa con “Proyecto de decreto que reforman diversas disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de lenguaje plural”, que ha sido intrascendente. Además, el ex secretario de Educación de Veracruz, que dejó una estela de anomalías a su paso por esa dependencia, tiene en nómina del Congreso a tres asistentes con un gasto cercano a los 100 mil pesos mensuales y se ignora quién le paga a los hombres armados que lo custodian. Así las cosas, el flamante diputado federal por el distrito de Córdoba no ha realizado ninguna propuesta ni gestión que beneficie a sus votantes y solo se ha dedicado a disfrutar su enriquecimiento inexplicable y a saltar los diversos procesos de la ASF y del ORFIS por la corrupción que dejó a su paso por la SEV. Por eso tiene tiempo para liarse en peleas de callejón o de patio de reclusorio con el ex gobernador Javier Duarte, quien lo acusó de que lo suyo, lo suyo, es el tubo y el table dance. Son tal para cual.
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