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Xalapa, Ver.- Para Luis Cruz Montesinos, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el 2026 se perfila como un año complicado para el sector empresarial de la región Orizaba- Córdoba, tras alertar que el incremento al salario mínimo detonará un encarecimiento generalizado de las obligaciones patronales, poniendo en complicación la permanencia de cientos de establecimientos comerciales. El dirigente empresarial refirió que el sector productivo no se opone a que los trabajadores mejoren sus percepciones; no obstante, dijo que cada ajuste salarial viene acompañado de un impacto directo en rubros como cuotas de seguridad social, impuestos y prestaciones, generando una presión financiera difícil de sostener, especialmente para las micro, pequeñas y medianas empresas. "Cuando sube el salario, suben en cascada todas nuestras obligaciones, no es un tema de voluntad, es de viabilidad”, refirió y señaló que muchas empresas operan al límite de sus capacidades económicas. Cruz Montesinos lamentó la ausencia de mecanismos de apoyo efectivos por parte de las autoridades, aunque precisó que el empresariado no busca subsidios ni recursos a fondo perdido. Lo que se requiere, aseguró, es acceso a financiamiento con tasas de interés blandas que permitan mantener las plantillas laborales y, en el mejor de los casos, generar nuevas fuentes de empleo. El dirigente del CCE advirtió que el mayor riesgo para el próximo año es la desaparición de MIPYMES, incapaces de absorber el aumento de costos derivados de las nuevas disposiciones salariales, lo que podría traducirse en cierres, despidos y mayor informalidad. Por último, sostuvo que el sector empresarial está abierto a analizar y aplicar estrategias que ayuden a sortear el escenario económico, y reiteró la necesidad de ampliar la base tributaria como una vía para equilibrar las cargas fiscales y fortalecer la economía formal, sin asfixiar a quienes hoy sostienen el empleo en la región.
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