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XALAPA.- De acuerdo con el analista financiero Enrique Trueba Gracián, el Buen Fin podría agravar el endeudamiento de los mexicanos y alertó que las estrategias de venta basadas en publicidad engañosa y esquemas de crédito disfrazados de promociones podrían tener un fuerte impacto en la economía de los hogares. El experto explicó que detrás del entusiasmo comercial se esconde un problema serio como la creciente dependencia del crédito para consumir, lo que genera una presión constante sobre los ingresos familiares. “Cada año observamos cómo las familias gastan más de lo que ganan, motivadas por campañas que prometen grandes rebajas, pero que en realidad ocultan precios inflados o intereses disfrazados”, aseguró. Dijo que muchas empresas suben los costos semanas antes del Buen Fin para luego ofrecer supuestos descuentos, lo que confunde al consumidor y crea una sensación falsa de ahorro. “La gente cree que está aprovechando una oportunidad, pero en la mayoría de los casos está comprando al mismo precio o incluso más caro”, afirmó. Advirtió que los planes de “meses sin intereses” no siempre son tan convenientes, ya que en muchos casos el costo financiero se incluye en el precio final del producto. “El comercio no pierde dinero; lo recupera mediante un sobreprecio. Y aunque los pagos se difieren el gasto total no disminuye. Lo único que cambia es la percepción del consumidor”, explicó. Trueba Gracián destacó que la falta de educación financiera en el país agrava la situación. “La mayoría de las personas no compara precios, no revisa sus límites de endeudamiento y compra por impulso. Esto crea un círculo vicioso en el que el crédito deja de ser una herramienta útil para convertirse en una carga constante”, afirmó. De acuerdo con cifras del Banco de México, el crédito al consumo ha crecido más del 6 por ciento en lo que va del año, impulsado principalmente por las compras con tarjeta. Este incremento, afirmó, es una señal de alerta: “Si las familias siguen endeudándose para comprar productos que no son de primera necesidad pronto veremos un aumento en la morosidad y una caída en la capacidad de ahorro de los hogares”. De igual forma, advirtió que las altas tasas de interés de los bancos y tiendas departamentales hacen que muchas familias terminen pagando hasta el doble del valor original del producto. “Incluso cuando se compra a plazos sin intereses, hay un costo oculto en el precio final. En otras palabras, la deuda está ahí, sólo disfrazada de promoción”, insistió. Por lo anterior, el experto recomendó a los consumidores planificar sus gastos con anticipación, comprar únicamente lo necesario y no dejarse llevar por la presión publicitaria. “Antes de sacar la tarjeta hay que preguntarse si realmente se necesita el producto o si sólo se está comprando por impulso”, aconsejó. Por último, Trueba Gracián pidió a las autoridades supervisar con mayor rigor las prácticas comerciales durante esta jornada y proteger a los consumidores de estrategias engañosas. “El problema no es que la gente quiera aprovechar descuentos, sino que el sistema promueve el consumo desmedido a costa del bienestar financiero. El Buen Fin debería significar ahorro, no endeudamiento”, concluyó.
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