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XALAPA.- En medio del hermetismo, luego de que el oficial no aprobara los exámenes de control y confianza exigidos por la corporación, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de Veracruz (SSP) realizó la remoción del teniente identificado con el distintivo “Furia” de la Dirección de Operaciones. En su lugar, fue designado Esteban Eduardo Hernández Rivera, conocido en los círculos operativos como “Nukmol”, quien anteriormente encabezó la Comandancia Canina y posee experiencia en distintas áreas tácticas y de campo dentro de la dependencia estatal. Con la llegada de Hernández Rivera, alias “Nukmol”, se espera una reestructuración interna enfocada en fortalecer los protocolos de disciplina, supervisión y desempeño táctico. Sin embargo, el hermetismo con que se manejó el relevo ha generado interrogantes sobre la efectividad y consistencia de los exámenes de control de confianza aplicados en la entidad. De acuerdo con fuentes cercanas a la corporación, el relevo se llevó a cabo de manera reservada, sin comunicado público, pese a tratarse de uno de los cargos más sensibles dentro del organigrama operativo de la SSP. La salida del teniente ocurre tras no acreditar las pruebas de control de confianza, un requisito indispensable para mantener funciones de mando y acceso a información estratégica. El ahora exdirector sería reintegrado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), institución de la cual fue comisionado al gobierno veracruzano hace algunos años para desempeñar labores de coordinación operativa. Su salida implica, además, un reacomodo en las áreas tácticas y de patrullaje, donde “Furia” mantenía influencia directa sobre mandos regionales. Especialistas en temas de seguridad pública señalan que la sustitución refleja una mayor presión por mantener estándares de transparencia y confiabilidad entre los mandos policiacos. Aunque la SSP no emitió detalles sobre el tipo de irregularidades detectadas, la medida se interpreta como una respuesta a los lineamientos federales que exigen evaluaciones periódicas a todos los altos cargos operativos. La decisión provocó comentarios internos y reacciones entre analistas que advierten sobre la necesidad de reforzar los filtros de evaluación al interior de las fuerzas de seguridad. Así las cosas.
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