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Xalapa, Ver.-
Con el aumento de visitantes durante la temporada vacacional, el legado tóxico del turismo convierte al río Chapa Chapa, en Misantla, en un vertedero flotante. Y es que, el cauce del río, considerado uno de los principales atractivos naturales de la región de Misantla, registra montones de basura acumulada en sus orillas y flotando en el agua. Pañales desechables, botellas de plástico, vasos de unicel, latas, bolsas y envolturas de comida fueron parte de los residuos encontrados por los habitantes en una inspección reciente. La escena, repetida cada vez con más frecuencia, amenaza la salud del ecosistema y la imagen del lugar. José Luis Hernández Acosta, vecino y participante activo en las jornadas de limpieza en la zona, afirmó que incluso se hallaron pañales dentro del cauce. “Nos da mucho gusto que vengan a disfrutar de nuestro río, pero pedimos que también lo cuiden, no es justo que tengamos que limpiar lo que otros tiran sin pensar", sostuvo. Los desechos sólidos representan un riesgo directo para peces, aves y perros que habitan la zona. Objetos como plásticos y metales pueden ser ingeridos accidentalmente, causando lesiones graves o la muerte de animales. “Es increíble ver cómo la gente disfruta del agua limpia, pero al final del día dejan todo sucio, algunos hasta bañan a sus hijos en el río y tiran los pañales ahí mismo”, refirió. La acumulación de basura, además, acelera la degradación de la calidad del agua, afectando a toda la cadena alimenticia del río. El incremento de visitantes con alimentos y utensilios desechables ha intensificado la acumulación de residuos. Según los pobladores, muchos turistas se retiran sin recoger su basura, pese a que la comunidad organiza limpiezas regulares. El resultado es un ciclo constante de contaminación que requiere más recursos y tiempo de los voluntarios. Cada temporada vacacional deja al río Chapa Chapa más cerca del colapso. Por lo anterior, los vecinos solicitaron a las autoridades instalar señalización informativa, vigilancia durante los días de mayor afluencia y sanciones para quienes sean sorprendidos contaminando. También plantean habilitar puntos temporales de recolección de basura y promover que cada visitante lleve consigo bolsas para sus desechos. “No pedimos mucho: solo que se lleven lo que trajeron, queremos que nuestros hijos y nietos también disfruten de este río, no que hereden un basurero”, destacó Hernández Acosta, insistiendo en que la protección del río Chapa Chapa depende tanto de la acción comunitaria como del compromiso individual de los visitantes. Así las cosas.
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