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XALAPA.- Hace días Ernesto Zedillo lanzó un reto a la Presidenta Claudia Sheinbaum, al proponer que se nombre un auditor internacional independiente para revisar tanto el rescate bancario (Fobaproa) ocurrido durante su sexenio, como los principales proyectos de infraestructura emprendidos por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. En respuesta la mandataria federal se limita a decir que no es necesario. En conferencia matutina rechazó el reto del expresidente y dijo no es necesario un auditor internacional independiente para fiscalizar las obras realizadas por López Obrador. Como siempre en defensa de su antecesor dijo que por ejemplo el Tren Maya representa un atractivo turístico, comenta que cómo va a estar de acuerdo que regresen los trenes de pasajeros si él lo privatizó. Sheinbaum Pardo indica que tampoco están de acuerdo que se haya construido una refinería, que asegura es mentira que no esté refinando. En una nueva misiva dirigida a la presidenta de México, el expresidente priista indica: “A lo que no ha respondido la presidenta Sheinbaum es a mi propuesta para que, al igual que en el caso del rescate bancario, se nombre un auditor internacional independiente, de impecable reputación profesional, para que se auditen un conjunto de proyectos emprendidos por el gobierno de López-Obrador”. Zedillo propone auditar la destrucción del Aeropuerto de Texcoco (NAIM), “de clase mundial para la Ciudad de México que estaba a medio terminar”, la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya”. Ante esto, el exmandatario mexicano subrayó que “la ciudadanía tiene todo el derecho a saber cuánto costaron y qué beneficios se perdieron con esas gravísimas tropelías de López-Obrador”. Ernesto Zedillo también critica que la Presidenta se refiera a decisiones de su administración, las cuales, dijo, han sido ampliamente revisadas, debatidas y “hasta elogiadas en diversos foros”. Además, asegura que Sheinbaum busca desviar la atención pública de los daños ocasionados por las obras impulsadas durante el sexenio de López Obrador. Agrega: “Al ocuparse de la actuación de un gobierno de hace más de un cuarto de siglo, que profusamente ha sido revisado, estudiado, criticado, incluso calumniado –por individuos como López-Obrador– y hasta elogiado por otros, la presidenta trata de distraer la atención ciudadana de los mexicanos para que no se percaten de los daños causados por las obras inútiles y acciones del gobierno anterior”.
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