Liberan a indígena encarcelado por pederastia contra menor 16 años. | ||||
Este jueves Fernando Moreno Santes se convirtió en el primer indígena en salir de prisión mediante el proyecto “Veracruzano Inocente” | ||||
Jueves 06 de Febrero de 2020 | ||||
Por: EL HERALDO | ||||
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El hecho fue denunciado y a Fernando se le señaló por el delito de pederastia bajo el expediente PAP/ESP7/596/2012, pero fue hasta cinco años después que se consignó bajo la causa penal 320/17 siendo detenido y encarcelado. En un hecho histórico, este jueves Fernando Moreno Santes se convirtió en el primer indígena en salir de prisión mediante el proyecto “Veracruzano Inocente”, tras permanecer tres años tras las rejas por el delito de pederastia. No se acreditó la existencia del delito El abogado, Tomás Mundo, dio a conocer que no se acreditó la existencia del delito, por lo que fue puesto en libertad este jueves según los instruyó un oficio girado al director del Centro penitenciario de Poza Rica por parte del juez primero de primera instancia, Eleuterio Malpica Núñez. Según el defensor, cuando Fernando fue detenido en 2017 él y su pareja tenían dos hijos, una menor de 4 años y un menor de un mes de nacido, y las familias incluso “se habían reconciliado”. Además, tenían un hogar y juntos trabajaban en la milpa. Con la idea de superarse iniciaron juntos su propio negocio e instalaron su propia taquería en el centro de la comunidad. Pese a ello, el 28 de febrero del año 2017, elementos de la Policía Ministerial ejecutaron una orden de aprehensión en su contra y fue ingresado al reclusorio de Poza Rica y puesto a disposición del Juzgado Primero de Primera Instancia. En el expediente que se revisó se asegura que en la investigación no se asentó que el inculpado es indígena, hablante del totonaco y con poco uso del castellano; tampoco se dio a conocer que “en su comunidad los usos y costumbres era normal que una menor de 16 años ya formara una familia e incluso tuviera hijos”. Es por ello por lo que la familia de Fernando buscó ayuda debido a que la presunta agraviada nunca señaló ser víctima de abuso. Mundo dijo que esto se comprobó mediante un peritaje antropológico estableciendo que en la comunidad se regían por uso y costumbres que le permitieron a María Inés tener una relación con Fernando. “Lo defendía y lo había estado apoyando, que ella no lo señalaba de ningún delito; al contrario, solicitaba su libertad, por el bien de ella y de sus menores hijos”. El abogado justificó que cuando la pareja decidió casarse civilmente dentro del reclusorio y los menores hijos estaban registrados por ambos. Por: Jesús Ruiz |
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