.- El ruido causado por bares, cantinas y salones de fiesta en Xalapa ha derivado en el pago de multas de comerciantes que, además, deben prácticamente reconstruir sus espacios para mantener el sonido en niveles aceptables. Tan solo en lo que va del año, dice el director de Medio Ambiente y Sustentabilidad del Ayuntamiento, Juan Carlos Olivo Escudero, se han iniciado cinco procedimientos, principalmente contra salones de fiesta que no tienen techos o la infraestructura que les permita aislar el ruido. “Tenemos varios procedimientos sobre todo por ruido de establecimientos de ocio nocturno y salones de fiestas. Se les ha impuesto la multa y se les ha pedido que cesen la actividad hasta que puedan haber adecuado sus instalaciones”. Y es que hay salones que no tienen cerrado el local, están sin techo o que tienen techos de lámina y por ahí escapa el ruido, por lo que el ayuntamiento inicia procedimientos no solo ante esta área sino la de Comercio, que pueden llevar incluso a la clausura de los comercios. “Son procedimientos que llevamos desde el año pasado para poder darle seguimiento; el área de Comercio es la que dicta las clausuras y lo que nosotros dictamos son medidas y son cuantiosas porque tienen prácticamente que volver a construir el local”. Si bien las multas por estos casos no son cuantiosas, sí lo es el requerimiento de que techen los salones, pues implica varios miles o a veces cientos de miles de pesos para los arrendatarios. “Rebasan los cientos de miles de pesos; lo caro no es la multa sino la obligación de atender sus modificaciones, colocar una loza de un establecimientos de esos es costosa”. No dudamos de la buena fe y las buenas intenciones de don Juan Carlos Olivo Escudero, pero estamos seguros que muchas de ellas se estrellan en el área de Comercio, y como ejemplo le ponemos el caso del Restaurante Bar “Zona de Niebla” ubicado en Xalapeños Ilustres 139, (entre las calles Moctezuma y Arteaga) entre dos edificios de departamentos donde viven familias. Independientemente de que los dueños de este bar han violado varios artículos de no sabemos cuántos reglamentos, tienen un techo de lámina por donde en efecto, se cuela no sólo la música, sino el escándalo de los parroquianos que comienza a las cuatro de la tarde y dura hasta las dos o tres de la madrugada del día siguiente. El dato se lo pasamos al costo señor Olivo Escudero, por si desea verificar que no estamos mintiendo.
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