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PROCESO
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.- Desde el inicio de su administración, las giras presidenciales suelen registrar contingentes que abuchean o cuestionan a los gobernadores de oposición, lo que en casos como el de Héctor Astudillo, gobernador de Guerrero, y más recientemente de Javier Corral, gobernador de Chihuahua, implica el anuncio de poner fin a las apariciones públicas junto con el presidente de México.
Las giras son principalmente para la realización de concentraciones masivas, que mantienen matices de campaña electoral y en las que se vitorea al mandatario que esta mañana insistió en dejar clara su postura en relación al documento en el que presuntamente se girarían las directrices de protesta a militantes de Morena:
“Considero que es apócrifo, todo indica que no es real. Pero que se hagan las investigaciones correspondientes… yo ya di a conocer que repruebo los actos irrespetuosos en contra de gobernadores en los actos públicos; que las autoridades deben ser respetadas y que no debe haber infantilismo político”.
Como ayer, López Obrador reiteró su oferta para que aquel gobernador que no desee exponerse, se reúna con él en privado, pues sostiene que es necesario mantener la comunicación con los gobernadores, y al mismo tiempo reivindica su necesidad de permanecer en las plazas públicas.
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