Patética, por decir lo menos, fue la manera en que la diputada panista Marijose Gamboa, quiso justificar la inoperancia del Fiscal estatal Jorge Winckler tras la puesta en libertad de duartistas que estuvieron presos en el penal de Pacho Viejo. Y es que exoneró al inepto funcionario y le echó culpa al gobierno de Cuitláhuac García.
Marijose dijo que los duartistas no salieron porque estuvieran mal integradas las carpetas de investigación, sino porque el gobierno de Duarte apoyó con millones de pesos la campaña de Cuitláhuac. “Esto no lo digo yo, lo dijo el diputado Héctor Yunes” aclaró.
En menos de 72 horas recuperaron su libertad tres de los considerados peces gordos: Mauricio Audirac, ex secretario de Finanzas; Francisco Valencia, ex titular de CAEV y Arturo Bermúdez Zurita, ex secretario de la SSP acusado de enriquecimiento ilícito y desaparición forzada.
Sólo quedan en prisión dos de diez duartistas: el ex Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras y la ex Coordinadora de Comunicación Gina Domínguez.
Que se sepa, es la primera vez en la historia del actual Sistema de Justicia Penal, que a un Fiscal se le van de la cárcel tantos procesados por no documentar con datos duros unas carpetas de investigación. Esa fue la razón de la desbandada y no el arguende barato que quiso vender la diputada Gamboa.
Malo por la señora, pero peor para la justicia ya que de los ocho liberados casi todos son auténticos bandidos que ahora seguirán sus procesos desde la comodidad de sus hogares.
Cuitláhuac García contraatacó y tras calificar las liberaciones de “aberrantes” dijo: “Tenemos información precisa de que fue Jorge Winckler quien negoció con Arturo Bermúdez para acusarlo sólo por el delito de desaparición forzada, el cual lamentablemente no es considerado grave en Veracruz. Y en una acción perversa le ofreció meterlo a la cárcel para que posteriormente pudiera salir”.
La liberación de Bermúdez Zurita fue la que levantó ámpula porque en efecto, está acusado de desaparición forzada. Casi de inmediato protestaron familiares de cientos de desaparecidos que consideraron el hecho como una burla. Pero más ámpula levanta que, como dijo Cuitláhuac, ese crimen no sea considerado grave.
¿Cómo es posible eso?
Ese atentado bárbaro no es un crimen más; es un delito de lesa humanidad condenado y perseguido por todos los países miembros de la ONU.
En México, el Código Penal Federal dice: “Se impondrá una pena de 40 a 60 años de prisión y de 10 mil a 20 mil días de multa a quienes incurran en el delito de desaparición
forzada de personas, servidor público o particular, que con la autorización o el apoyo de un funcionario, prive de la libertad en cualquier forma a una persona”.
Un acusado de cometer esa bestialidad ¿puede obtener su libertad bajo caución? No, al menos en el resto del país.
¿Por qué aquí sí? ¿Por qué jueces, magistrados, fiscales y legisladores han sido tan imperdonablemente omisos en ese sentido, cuando las desapariciones forzadas son un flagelo que sufren de manera recurrente los veracruzanos?
Enterada de la liberación de Bermúdez (del que ignoro si es culpable o inocente de los cargos que le imputan, eso lo decidirá un juez), una madre que lleva años buscando a su hijo exclamó presa de la impotencia y a punto del llanto: “La justicia es una mierda en Veracruz”.
Y al corroborar la pésima actuación de Jorge Winckler, al saber de su complicidad en corruptelas, al ver cómo liberan a tanto presunto bandido, al darnos cuenta de la impunidad que envuelve a los delincuentes y de la facilidad con la que se compran a jueces y fiscales, no queda más que darle la razón a esa sufrida mujer. bernardogup@hotmail.com
Números Rojos
El Cuento
Brenda Caballero
“Sí los perros ladran es señal de que vamos avanzando” fue lo primero que pensé al recibir un mensaje de whats app el lunes por la mañana sobre el “supuesto” comportamiento indecoroso por exceso de bebidas alcohólicas de la diputada veracruzana Anilú Ingram en un restaurante de Mazaryk en la Ciudad de México. En realidad no le di importancia, pues hoy en día cualquiera puede escribir una historia y circularla por redes sociales sin que sea verdad. Apenas había cerrado el comunicador y ya me lo volvían a mandar… ahhh pero ahora acompañado de una foto. ¡Esto ya es campaña! Y mire que no es época electoral.
“El Cuento” así se llama el restaurante de la colonia Polanco donde se centró el otro cuento que me compartieron tomó mayor relevancia pues diversos portales de noticias lo empezaron a manejar y hasta compartir en Facebook.
Entonces regresé a ver la foto detenidamente. No conozco El Cuento, el restaurante, porque este cuento que andan circulando contra Anilú Ingram me queda claro que es “fuego amigo” y se corrobora porque la foto fue tomada desde la misma mesa. ¡Ah jijos! Ahora hasta tiene uno que cuidarse de los “amigos” con los que uno sale.
Y la pregunta surge ¿quién está interesado en denostar con tanta bajeza a la diputada del PRI?
Por lo que se ve les urge destruir su imagen y reputación porque de su trabajo nunca hablan. Y es que la diputada ha tuiteado diversas actividades como la reunión con el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Radiodifusión, Televisión, Telecomunicaciones, Similares y Conexos de la República Mexicana (S.T.I.R.T.T.) para sumarlo a la conmemoración y festejo de los 500 años del Puerto de Veracruz, además de que el día de ayer como parte de la Comisión de Infraestructura atendió al gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme.
El día de hoy la diputada Ingram presentará una iniciativa para quitar la doble tributación a los agentes aduanales en las importaciones y el día viernes estará presente en el Puerto de Veracruz en la feria de servicios al lado del diputado local Juan Carlos Molina Palacios.
No cabe duda que mientras más hablan, Anilú trabaja más.
Por lo que menos tienen
Han pasado seis días de la toma de protesta del gobernador Cuitláhuac García Jiménez y las cosas empiezan a tranquilizarse en algunas oficinas de gobierno del estado ante la ola de despidos, incluso se escucha que no habrá movimientos de baja hasta finalizar el mes de diciembre, sin embargo no deben de cantar victoria los jefes de departamento, pues “la instrucción” es sustituirlos a todos. Por lo que será hasta dentro de tres meses cuando estén los ajustes totales.
Para minimizar el hecho, pues los morenos no quieren echarse a la burocracia igual que lo hizo el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares ya se anda corriendo el rumor de que el dinero que se les quite a los altos funcionarios será para los empleados de base que ganen menos, como un acto de justicia. ¡Lástima que no sea retroactivo!
Subsecretario de a Pie
Donde dicen andan muy contentos es en la Sefiplan, pues el director de ingresos Ricardo Rodríguez Díaz saludó personalmente de mano a todos sus empleados desde su primer día de labores y les abrió las puertas de su oficina y la atención de su Secretario Particular para lo que se les ofreciera.
Aseguran que el subsecretario, el cual dicen, tiene aspecto de hípster no usa el elevador, y eso que está en el quinto piso. Sube y baja las escaleras como cualquier empleado. ¿Será por la cuarta transformación?
@NumerosRojos_BC
caballero_brenda@hotmail.com
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