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XALAPA.- El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, sigue siendo cliente de la Fiscalía General del Estado y de las barandillas judiciales, luego de que el organismo de procuración de justicia de Veracruz logró imputarle un nuevo delito, ahora por su presunta responsabilidad en el incumplimiento de un deber legal. Tal delito se le atribuye por no haber hecho entrega-recepción cuando solicitó licencia al cargo el 12 de octubre de 2016, quedando como gobernador sustituto Flavino Ríos Alvarado. Ante ello, la defensa del exmandatario estatal ha promovido diversas estrategias legales para impedir que avance la acusación en su contra, logrando una suspensión provisional con un amparo en el proceso judicial en su contra. Su defensa señaló que no existe una disposición que obligue a cualquier mandatario con licencia a realizar de manera formal el proceso de entrega-recepción. Estableció que Javier Duarte se encontraba de licencia del cargo cuando concluyó su encargo, por lo cual, a quien le correspondía hacer la entrega-recepción era a su sucesor, con la gestión de Miguel Ángel Yunes Linares. De igual forma, los abogados defensores refirieron que la ley establece que dentro del servicio público en Veracruz, cuando un funcionario solicita licencia, no es necesario presentar la entrega-recepción, a diferencia de cuando se entrega una renuncia o licencia definitiva de separación del cargo. Al respecto, fue en mayo de 2018 cuando la Fiscalía General del Estado de Veracruz imputó a Javier Duarte por el incumplimiento de un deber legal, tras recibir la licencia para ausentarse del cargo de gobernador. El juez encargado del caso dio procedencia a la vinculación a proceso por la comisión del delito. En este mismo proceso, también se determinó la probable culpabilidad de uso de una aeronave propiedad del Gobierno del Estado de Veracruz para uso particular, cuando Javier Duarte de Ochoa ya no se encontraba en funciones.
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