La transparencia detrás del INAI y el derecho a la información

jueves 25 de diciembre de 2025

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La transparencia detrás del INAI y el derecho a la información.

El agobiante mecanismo para acceder a la información en México debe rediseñarse, el INAI es necesario, pero también tiene dos caras de la misma moneda.

Viernes 05 de Mayo de 2023

Por: El Heraldo de México

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CDMX.- Aprovecho la deliberación pública sobre el INAI para compartir mi experiencia pidiendo y publicando información, como funcionario y como ciudadano, en San Pedro Garza García, Tuxtla Gutiérrez y la Ciudad de México. El mecanismo actual para acceder a la información no funciona, urge fortalecerlo y rediseñarlo.

Un equipo independiente le ganó al partido que gobernó 30 años y lograron un 100 de calificación en transparencia: un buscador de información de todas las obras, costos, contratos, estudios, planos; comisiones de Cabildo en ZOOM; grupos de difusión con vecinos, consejos consultivos mensuales, volanteos de socialización de trabajos, talleres participativos, legislación colaborativa, rendición de cuentas semanal de la policía, asambleas públicas, tableros de avance de obras, usos de suelo, datos abiertos de atención a reportes ciudadanos.

Aún así, a un antiguo aviador le paga su partido para enviar solicitudes a cada rato, crear noticias falsas y hacer grilla. Casi siempre la respuesta es pegar la liga pública con la información y ya, pero una vez toda una dirección suspendió su operación casi una semana para anonimizar miles de nombres de miles de actas viejas y digitalizarlas, para dárselas.

En Tuxtla Gutiérrez, el colectivo urbano apartidista MenosPuentesMasCiudad lleva 15 meses pidiendo los estudios y planos del proyecto ejecutivo del “Circuito Interior Chiapas de Corazón”. Un viaducto elevado de 2.9km en medio de parques importantes, el Río Sabinal y Avenida Central, que costaría 2,300 mdp, 60% del presupuesto anual de obra de todo Chiapas.

Tras 5 ruedas de prensa, 42 solicitudes de información, 40 amparos, 2 suspensiones definitivas, una contrapropuesta técnica premiada, 3 marchas con miles de vecinos en los parques y avenida central, 3 oficios al titular de obras y 3 al presidente municipal, no hay ni un plano ni excel públicos.

Hay una subsecretaria con una cuenta falsa de Facebook despotricando contra los activistas y mandando a retirar pósters críticos en la universidad, y su jefe, mandando a cancelar conferencias de colegios profesionistas, confiado por su cercanía con el señor Adán Augusto.

En Ciudad de México, en 2013 académicos pidieron la base de datos abiertos del Catastro y funcionarios quisieron generarla y no pudieron. El défecit tecnológico con computadoras viejísimas, funcionarios sin capacidades en datos, enredaderas de atribuciones y marcos normativos, una cultura organizacional lenta, liderazgos torpes y aversión al riesgo ante la posibilidad de visibilizar décadas de irregularidades al digitalizar predios, inhibieron los intentos.

INAI debe ser una herramienta y un recurso para políticos y ciudadanos
El mecanismo es vulnerable a la cooptación por intereses partidistas que pueden obstaculizar trabajo valioso de las dependencias. También puede ser muy tedioso para exigir cuentas por el bajo impacto que produce. Además, las disponibilidad de infraestructura, capacidades instaladas y cultura organizacional pueden inhibir buenas prácticas de transparencia proactiva.

Esto hace que lo naveguen fácil los malos, pero que sea una tormenta exhausta para los buenos, dentro y fuera de gobierno: una triangulación interminable de solicitudes electrónicas con redacciones confusas y fiesta de firmas fotocopiadas.

Nuestro derecho es saber toda decisión pública, sus costos, los recursos comprometidos en aplicar esa decisión y sus razones sean accesibles y claras. Estas anécdotas no miden la efectividad del mecanismo, ni el desempeño del INAI, ni son perfil de usuarios, pero permiten proponer 3 lineamientos para rediseñarlo:

Crea capacidades para generar y usar información al interior y entre las dependencias que les permita publicarla de manera proactiva en formatos legibles y reutilizables.
Productividad: contempla el uso y valor público generado por la información.
Operatividad: evita trampas de capacidad en las dependencias.
¿Necesitamos al INAI? Con buenos gobiernos, no, pero con malos gobiernos, sí. Y en este mosaico mexicano, hay de todos los color y también verde. La creatividad como principio de innovación pública nos dice que en un disenso, la solución es aquella que a ninguna de las partes se la ha ocurrido. A 21 años del INAI es tiempo de proponerle un rediseño ambicioso.

Mientras eso sucede, prefiero mantener la paz, como funcionario, de responder solicitudes con toda la información legible y completa, porque no hay nada que esconder, y como ciudadano, de aprovechar una rendijita de apertura, por más enclenque o tediosa, para evitar que la incompetencia, la ignorancia y ambición individual destruyan el corazón de mi ciudad.