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| Entre rechiflas reabren Callejón del Beso en Guanajuato. | ||||||
| El alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro acudió la mañana de este sábado al Callejón de Beso, “estuvo cerrado, no porque estuviera clausurado, ni mucho menos…”, dijo. | ||||||
| Sábado 08 de Octubre de 2022 | ||||||
| Por: Excelsior | ||||||
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El Callejón del Beso fue “clausurado”, aunque el edil reiteró que no fue clausurado, sino “cerrado”. En su mensaje detalló que sólo tres fotógrafos estarán autorizados para trabajar en el lugar. El sitio fue tapiado como se observaba en fotos, también había sellos, esto luego de un conflicto que ha escalado entre la dueña de una de las casas cuyo balcón da al de la casa de enfrente, separado por 60 centímetros, y fotógrafos turísticos que cobran por captar imágenes de enamorados que se besan en el lugar. La semana pasada entre los mismos fotógrafos se registró una pelea, dejando un saldo de tres personas arrestadas y decenas de turistas espantados. El presidente municipal destacó que como los particulares no han limado sus asperezas, tampoco se puede mantener cerrado el Callejón del Beso. "Estamos revisando el tema jurídico… el espacio donde estamos es público… no tenemos dinero para comprar, pero sí tenemos elementos jurídicos”, dijo ayer el político quien planteó que las casas podrían ser expropiadas. La leyenda del Callejón del Beso. La historia cuenta que un joven conocido como don Luis estaba profundamente enamorado de doña Carmen, una muchacha bella y hacendosa. Pero don Luis no era bien visto por la acaudalada familia de doña Carmen, a quien había comprometido en matrimonio con un hombre mayor. Corrían los años del Virreinato. Doña Carmen ya había entregado su corazón al muchacho. Pero como ni el amor ni el dinero pueden ocultarse, el padre de la joven se enteró y buscó separarlos. Don Luis vio que podía acceder al balcón de su amada desde el ventanal de la casa de enfrente, por lo que decidió comprar la finca. Una tarde aciaga, don Luis quiso sorprender a doña Carmen, presentándose frente a ella en el balcón. Pero apenas se vieron y se tomaron de las manos, el padre de la joven apareció a espaldas de ésta. Ciego de ira, sacó una daga y la enterró en el pecho de la muchacha. El relato está contenido en el libro Leyendas de Guanajuato, escrito por Manuel Leal, académico de la Universidad del estado. |
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