XALAPA.- Aunque la Fiscal Verónica Hernández Giadáns presume que las actuaciones de ese organismo siempre están apegadas a derecho y con respeto a los derechos humanos, lo cierto es que familiares y amigos de los detenidos tienen otros datos, pues los abusos de autoridad y arbitrariedades de los policías ministeriales parecieran un modus operandi. Prueba de ello fue la protesta realizada este jueves frente a las oficinas centrales de la Fiscalía General del Estado (FGE) por familiares y amigos de tres personas que fueron detenidas en el municipio de Medellín de Bravo, para exigir la presentación con vida de sus familiares. Los manifestantes denunciaron que presuntos agentes ministeriales llevaron a cabo las detenciones en la calle Francisco I. Madero, lotes 49 y 50, de la colonia Lázaro Cárdenas de la cabecera municipal. Denunciaron que los agentes no presentaron orden de aprehensión ni de cateo de la vivienda de la que se llevaron a Mauri Nayeli Noriega Jácome, así como a su esposo, Pablo Trinidad Carmona y al padre de éste, Octavio Noriega Hernández. Al respecto, el primo de una de las personas detenidas, Salvador Jácome, acusó que los policías entraron y los golpearon y hasta se robaron la mercancía que tenían en el domicilio, ya que su prima se dedica al comercio de artículos diversos. “Se los llevaron como si fueran unos verdaderos delincuentes, ellos son gente que trabaja, entraron sin una orden de cateo. Lo que venimos a decir es que son gente de trabajo”, expresó. Refirió que el esposo de Mauri es empleado de una empresa refresquera, mientras que su padre es taxista. “Por eso venimos, porque se llevaron a gente inocente, somos de Medellín de Bravo, ya hablamos, estamos aquí, pero no nos han dicho (por qué los detuvieron)”. Los manifestantes denunciaron que los policías “entraron, se llevaron todo, en medio de golpes y los niños viendo, son menores de 9 y 6 años de edad, esto pasó en la madrugada del martes”, subrayó. Por su parte, la madre de Mauri señaló que al lugar llegaron diversas corporaciones policiacas tanto del Estado como Federales como Guardia Nacional, Fiscalía General de la República, Marina Armada de México y Policía Estatal sin que ninguno presentara un documento para detenerlos. “Ahorita vamos a ir a la Comisión Estatal de Derechos Humanos, porque quedó todo destruido, los golpearon. Quiero verlos, queremos saber”, concluyó la mujer, madre de la detenida.
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