PREVIO al tercer informe de gobierno, el Presidente de la República, aseguró que se siente satisfecho por lo que ha realizado durante su administración, aunque no dijo si también el pueblo se encuentra en las mismas condiciones, cuando la pobreza, la inseguridad, la gobernabilidad y desde luego, los problemas derivados de la pandemia, siguen siendo pendientes, cuya solución reclama permanentemente la sociedad.
Y es que esta aseveración hecha apenas ayer, parece ir concatenada con la duda que pesa en estos momentos dentro de su gobierno, al no estar plenamente seguro que la revocación de mandato le pueda beneficiar, porque es posible que ya se haya dado cuenta, finalmente, que su popularidad ha bajado considerablemente y que es mejor reconocer que puede ser despedido por el mismo pueblo que lo apoyara incondicionalmente en las elecciones pasadas del primero de julio del año dos mil dieciocho.
Por eso, López Obrador, envía desde ahora el mensaje a la población en general, en el sentido de que si la revocación de mandato, a llevarse a cabo en el mes de marzo del año entrante, le fuera adversa, quedaría manifiesta su satisfacción de que en los tres años que están por cumplirse, dentro de responsabilidad como Jefe del Poder Ejecutivo, ha hecho las cosas bien. Quiere asegurarse, desde ahora, que el pueblo sepa que ha logrado, en gran parte, el cumplimiento de las demandas que conoció como aspirante a la Presidencia.
López Obrador, no deja, en ningún instante, su práctica constante de parecer y ser aliado de la prepotencia, cuando afirma, con desplantes de su propia personalidad, que en todo caso, dejaría consolidado el proyecto de la cuarta transformación, comentando, casi como su mayor éxito de gobierno, el haber reformado la constitución del país, para que nadie pueda ganar más que el Presidente, sin darse cuenta que esta situación es una burla para el mismo pueblo, el cual bien sabe que el mandatario, puede fijarse el sueldo que quiera, pues no es ahí el interés económico de cada gobernante, sino en la facultad que tiene para manejar los recursos a su antojo, quedando pues, la limitación, solamente para aquellos que no tienen acceso a la administración de los dineros autorizados por el presupuesto.
De todos modos, lo importante es señalar que el Presidente, tiene, de alguna manera, el temor, verdaderamente fundado, de que las cosas pudieran cambiar sustancialmente, si es que se decide cumplir con el mandato constitucional, para poner en practica el proceso de revocación, pues ya tiene pleno conocimiento de que su aprobación como mandatario, en el país, ha disminuido considerablemente, aunque sus redes sociales hagan hasta lo imposible por mantenerlo en buenos sitios, ya que en este mismo sistema virtual, se ha estado dudando seriamente sobre el cumplimiento de sus programas, así como la veracidad de sus constantes afirmaciones de que vamos bien.
Sin embargo, aunque el Presidente, diga lo que diga, es el primer caso de un Presidente que se ve cuestionado constantemente desde todos los ángulos de la sociedad, pues en la prensa escrita, hablada y de imágenes, así como en las mismas redes sociales que ahora son importantes dentro de este ejercicio, y la misma opinión pública, dan cuenta, permanentemente, de sus fallas y fracasos en los proyectos y programas de gobierno.
De esta manera, el Presidente López Obrados, se adelanta, como siempre, a manifestar públicamente que en todo caso que la revocación de mandato, le fuera adversas él se va tranquilo por todo lo que ha realizado en estos casi tres años de gobierno.
Pero, se insiste, ¿el pueblo también se siente satisfecho con lo que ha logrado el Presidente?.
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EJERCITO Y GUARDIA NACIONAL, ¿PELIGROSO PROYECTO?.
AUNQUE MUCHOS DE LOS legisladores, sobre todo, de oposición, están en desacuerdo con la reforma constitucional que permita manejar también a la guardia nacional, desde los mandos castrenses, éste es un encargo que el mismo mandatario ha hecho a la recién nombrada Presidenta de la Mesa Directiva, del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, para que llegue, finalmente, a concretarse.
Sin embargo, difícil será el cabildeo que tenga que hacer la ex Secretaria de Gobernación, pues existe la idea de que la fusión de ambas corporaciones, pondría en serio peligro a la nación, debido al mayor control que tendría el gobierno, como el de López Obrador, para imponer un nuevo orden gubernamental, donde impere el fantasma del sistema político de la tiranía.
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LA REFORMA ELECTORAL.
MÁS QUE LOS SUELDOS que perciben los integrantes del Instituto Nacional Electoral, así como los que existen en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la federación, lo que el Presidente de la República, preocupa de verdad, es buscar la forma de desaparecer estas instancias o bien sujetarlas a sus futuros caprichos, porque siente que es en estos espacios donde se genera el fraude electoral, aunque la mayoría de mexicanos, sabe que es en estos organismos colegiados donde se garantiza la procuración de una verdadera democracia.
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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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