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XALAPA.- Pese a que la certificación de enfermería en México representa un mecanismo clave para fortalecer la calidad de la atención en el sistema de salud nacional, sólo 2.7 por ciento de los profesionales de esta carrera logra concretarlo, debido a las barreras administrativas, institucionales y económicas que enfrentan, subraya el estudio Escasez de profesionales de enfermería certificados en México: un desafío para la calidad de la atención, realizado por tres investigadores de la facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Este rezago en la certificación, aseveran, también radica en que las propuestas legislativas que se han presentado para facilitar el proceso han permanecido “estancadas”, por lo que urgieron a reactivar las iniciativas, así como a buscar políticas públicas que hagan menos complicado este proceso, en favor del sistema de salud mexicano. Lo anterior, adquiere mayor relevancia porque hace tres semanas, el secretario de Salud, David Kershenobich, anunció que para homologar la atención temprana en enfermedades crónicas, los próximos procesos de contratación de personal exigirán que los aspirantes estén certificados en los Protocolos Nacionales de Atención Médica (Pronam). Ante esta exigencia de gobierno, que implica que las instituciones sanitarias del país homologuen criterios para la contratación de su personal, la investigación de los académicos de la UNAM insta a buscar opciones de certificación menos complejas, porque hay enfermeras y enfermeros con maestría o doctorado que no han logrado obtener una certificación profesional por trabas burocráticas y costos excesivos. Datos del Sistema de Información Administrativa de Recursos Humanos en Enfermería muestran que de los 355 mil 429 profesionistas a escala nacional en el sistema de salud, sobre todo en el sector público, 205 mil 750 poseen formación de licenciatura, especialidad, maestría o doctorado (57.8 por ciento); sin embargo, sólo 5 mil 748 se han certificado, lo que equivale a 2.7 por ciento del total nacional. “Aunque en México no se han realizado estudios que vinculen el número de profesionales de enfermería certificados con indicadores de calidad específicos, la evidencia internacional ha documentado que contar con enfermeros certificados tiene un impacto positivo en la reducción de caídas de pacientes e infecciones asociadas a la atención”, detalla la investigación publicada en la edición más reciente de la Revista Mexicana de Enfermería del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán. El estudio aclara que la baja certificación no radica en poco interés, sino que existen obstáculos diversos, como la falta de organismos certificadores en el país, la escasez de tiempo para cumplir con los requisitos de educación continua y los costos de los trámites. Frente a ello, sugieren que las autoridades sanitarias apliquen estrategias factibles en todos los estados del país.
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