| 'Me dijeron que era el último aviso': madre de joven desaparecido deja Jalisco tras ser golpeada. | ||||||
| Beatriz Uscanga, madre de Sebastián, un joven desaparecido desde septiembre, fue golpeada y amenazada para que dejara Jalisco. Autoridades le recomendaron salir del estado, donde las desapariciones e intimidaciones de buscadores se profundiza. | ||||||
| Jueves 11 de Diciembre de 2025 | ||||||
| Por: animalpolitico.com | ||||||
Tras la desaparición, Beatriz viajó de inmediato a Jalisco para unirse a brigadas de búsqueda en un estado donde casos como el de su hijo se cuentan por miles. Desde entonces ha dado entrevistas, ha cuestionado la actuación de la Fiscalía estatal y ha criticado al gobierno jalisciense por, dice, priorizar la imagen que proyectará durante el Mundial 2026, mientras la crisis de desapariciones se profundiza. El 16 de noviembre, tras salir de la iglesia, fue atacada. —Me dieron puñetazos, patadas. No pude verles la cara, pero sí escuché claramente la amenaza: que era la última advertencia; que si no me iba de Jalisco, me atuviera a las consecuencias. A recomendación de autoridades ministeriales, Beatriz denunció la agresión y abandonó la entidad “para dejar que las cosas se enfríen”. Su salida ocurre en un contexto particularmente hostil: en los últimos 15 años, al menos 28 personas dedicadas a la búsqueda han sido asesinadas o desaparecidas, de acuerdo con la organización civil Artículo 19. La lista reciente es larga. El 23 de noviembre desaparecieron en Mazatlán, Sinaloa, Herminia Guadalupe —hija de una madre buscadora— y su amiga Teresa de Jesús. El 14 de octubre desapareció también en Mazatlán María de los Ángeles Valenzuela, otra buscadora, secuestrada en plena calle. El 9 de junio, en Irapuato, Guanajuato, hombres armados se llevaron a José Francisco Arias Mendoza, integrante del colectivo Hasta Encontrarte. Se trata, tan sólo, de algunos casos recientes. A esa realidad se enfrenta Beatriz, además de la ausencia de noticias sobre Sebastián. La mujer asegura que la lentitud de las autoridades es desesperante. —Las Fiscalías te preguntan: “¿qué me traes de nuevo?”. Tú tienes que hacer la investigación. Si no lo haces, no avanza nada. En el caso de Sebastián, lo poco que se ha movido la carpeta del caso es porque yo he hecho prácticamente todo en estos tres meses. Desaparecer a los desaparecidos Hasta el 9 de diciembre, Jalisco ha recibido 481 denuncias por desaparición de niñas, niños, adolescentes y jóvenes de hasta 29 años, de acuerdo con datos oficiales del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas, de la Secretaría de Gobernación. Casi la mitad (231) siguen sin ser localizados. Otros nueve jóvenes fueron hallados sin vida. Activistas como Héctor Flores, del colectivo Luz de Esperanza, sostienen que la cifra real es mucho mayor. Denuncian que desde 2022 —aún durante el gobierno del exgobernador Enrique Alfaro— se modificaron los criterios de registro, reduciendo artificialmente el número de casos, aunque las autoridades sostienen que se hizo un reacomodo para evitar posibles “duplicidades” en los registros. “En Jalisco las autoridades desaparecen a los desaparecidos”, dijo Flores en un reportaje previo de Animal Político, México destruyendo el Futuro. Beatriz coincide. —Presumen que las desapariciones han bajado, pero no es cierto. Si aparece alguien con vida, los criminales se llevan a otros diez. Basta ver los perfiles en Facebook de los colectivos: hay casos nuevos todos los días. Están desapareciendo a adolescentes, jóvenes, niñas y jovencitas, sobre todo. Uno de los episodios que más ha exhibido la magnitud de la crisis es el hallazgo de 456 bolsas con restos humanos en múltiples predios cercanos al Estadio Akron —una de las sedes del Mundial de futbol 2026—, localizados entre 2022 y 2025 por colectivos como Guerreros Buscadores de Jalisco. Los restos incluyen cuerpos completos, segmentos y osamentas antiguas y recientes, lo que evidencia un patrón sostenido de violencia y desaparición. La respuesta forense ha sido insuficiente: solo una fracción mínima ha sido identificada. Para Beatriz, el hallazgo confirma algo que percibió en su estancia en el estado: una crisis masiva minimizada por las autoridades, y de la que forma parte su propio hijo desaparecido. Lejos de Jalisco tras la agresión, la mujer analiza cómo continuar la búsqueda de Sebastián, pese al miedo, las amenazas y la falta de avances tanto de la Fiscalía jalisciense como de la veracruzana. —Dime cómo es posible que una madre tenga que escarbar con un pico, una pila, y hasta con las uñas para encontrar alguna pista de su hijo. No es justo —lamenta Beatriz. Por: Manu Ureste |
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