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Xalapa, Ver.-
El Senado de la República rindió el miércoles homenaje a la escritora y periodista Elena Poniatowska Amor instituyendo su nombre a la Sala de Comparecencias de ese órgano legislativo. Elena Poniatowska, nacida en 1932 en París, Francia, y nacionalizada mexicana en 1969, ha escrito 46 libros, además de realizar numerosas colaboraciones con algunos de los medios de comunicación y revistas de mayor trascendencia a nivel nacional. Al calificarlo como “un acto de justicia cultural”, la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, destacó que con tal hecho se busca reconocer los aportes de “una figura central de la literatura mexicana, una mujer brillante que ha marcado a generaciones con su escritura y su compromiso social”. Que la Sala de Comparecencias de esta cámara lleve desde esta fecha su nombre, subrayó, es un “reconocimiento a una autora que, desde la crónica, la entrevista, la novela y el testimonio, ha dado voz a los sectores marginados y ha acompañado a las luchas sociales que han marcado la vida democrática de nuestro país”. Ante el pleno, Poniatowska hizo uso de la tribuna para agradecer la distinción, calificándola de “un gusto y un honor”. Fue un discurso breve y emotivo en el que aseguró que sólo puede decir “cosas sencillas, pero las digo con cariño y también con el mayor apego”. Minutos después de que el Senado de la República develara la placa que da su nombre, la escritora Elena Poniatowska Amor ofreció una entrevista íntima y llena de recuerdos. Además, hizo reflexiones sobre la vida pública, la educación y su propia historia, la autora reiteró su compromiso con México y con las causas que ha acompañado por más de siete décadas. Consultada sobre el primer año de gobierno de Claudia Sheinbaum, la también periodista evocó una relación de décadas marcada por la admiración y recordó que conoció a la mandataria desde la universidad y reconoció en ella a una científica comprometida con las causas sociales. En cuanto a la Cuarta Transformación, reiteró que no es política, aunque expresó que a veces hubiera deseado escuchar más voces ciudadanas, incluidas mujeres y niñas. “Creo que el presidente López Obrador tuvo siempre la costumbre de tomar la palabra y a veces hubiera sido bueno que se oyeran las voces de las mujeres, incluso de los niños y de muchos mexicanos que tienen cosas que decir y que no hemos podido oír”, expresó; aunque durante su sexenio fue cercana a él e incluso lo acompañó a las “mañaneras”. Sobre lo que pediría a la presidenta Claudia Sheinbaum, fue clara: mayor atención a la infancia, a la educación y al bienestar integral. Cuando se le preguntó qué le falta ver a México en torno a las mujeres, respondió con humor: “Tener buenos maridos”. Y ante la falta de una rectora al frente de la UNAM, señaló que ya existen grandes investigadoras y académicas que abren camino. Antes de despedirse, Poniatowska Amor pidió que se dejara constancia de una frase que resume su origen y vocación: “Yo soy de ustedes, les pertenezco; soy ante todo periodista”.
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