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XALAPA.- Los productos ultraprocesados han desplazado las dietas tradicionales en todo el mundo, por lo que se han convertido en uno de los principales motores de la pandemia de enfermedades crónicas relacionadas con la alimentación, afirman expertos en nutrición y políticas de salud pública al presentar la Serie “Alimentos Ultraprocesados y Salud Humana”, publicados en la revista The Lancet. En videoconferencia de prensa para dar a conocer la evidencia científica recabada sobre la magnitud del impacto del consumo de estos productos en la salud, integrantes de diversas organizaciones como la Comunidad de Práctica Latinoamérica y Caribe Nutrición y Salud (COLANSA), Núcleo de Investigaciones Epidemiológicas en Nutrición y Salud (Nupens) de la Universidad de Sao Paulo; Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la Universidad de Chile, el Instituto Nacional de Salud Pública de la Secretaría de Salud y El Poder del Consumidor, destacaron que enfrentamos uno de los principales problemas de salud pública a nivel mundial. La serie, integrada por tres documentos, explica Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor, exponen las políticas que se han desarrollado en diversos países para reducir los daños en el consumo de los alimentos altos en azúcares, en grasas, en sodio, planteando la necesidad de políticas más profundas e integrales que comprenden los determinantes de estos sistemas alimentarios desde la producción, la publicidad, el mercadeo hasta su consumo. Otro de los documentos busca la construcción de una respuesta de salud pública a nivel global que "es urgente", pues se demuestra que la "industria de los alimentos ultraprocesados es un factor clave del problema". Los especialistas de diversos países como Brasil, Chile y México, alertan sobre el poder político y económico que las grandes trasnacionales de productos ultraprocesados ejercen sobre los gobiernos para garantizar regulaciones laxas o promover las autoregulaciones, que advirtieron los expertos, "se ha comprobado que no funcionan. Por el contrario, se deben crear sólidos sistemas de regulación y vigilancia". Calvillo detalló que una de los principales obstáculos para avanzar en una respuesta en políticas públicas son justamente las actividades de esta industria en el ámbito político. "Actividades coordinadas transnacionalmente a través de una red global de grupos fachada, iniciativas de múltiples partes interesadas y socios de investigación con el fin de bloquear las regulaciones que afectan sus intereses". Por ello, destaca es tan importante construir e impulsar estrategias para reducir el poder de esta industria de los alimentos ultraprocesados en los sistemas alimentarios y para movilizar una respuesta global de salud pública.
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