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XALAPA.- Acaso no le falta razón al director de Comunicación Social de la Diócesis de Orizaba, Javier Yael Cebada Tejeda, cuando advierte que el reciente asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, y la ola de violencia que azota al país, son reflejo de la grave descomposición social que enfrenta México. En este marco, el presbítero señaló que la violencia, la impunidad y la falta de justicia han fracturado el tejido social del país, por lo que exhortó a los funcionarios públicos a asumir su responsabilidad y trabajar por la paz. “El pueblo espera respuestas, no tardadas, concretas, cercanas y sensibles. No es tarea de una sola persona, pero quien encabeza el gobierno tiene la obligación de impulsar y promover acciones que den resultados”, señaló el católico. El sacerdote destacó que los funcionarios públicos deben asumir su responsabilidad y dejar de culparse entre partidos políticos cuando ocurren situaciones de violencia. De igual forma, aseguró que los ciudadanos tienen el derecho de exigir rendición de cuentas a quienes solicitaron su voto. "Pienso en las familias que se quedan incompletas… ¿Cuántos hogares pierden a un hijo, a una madre, a un padre, a un esposo o a una esposa por esta descomposición social que vivimos en México?”, reflexionó. El sacerdote católico consideró que el asesinato del alcalde michoacano debe servir como recordatorio de que la justicia es un derecho fundamental que debe ser garantizado. La impunidad, sostuvo, solo alimenta la violencia y profundiza el deterioro del país. "Quienes gobiernan son los responsables de salvaguardar la paz social y cívica. No deben sentirse atacados, sino alertados ante el deber de proteger la tranquilidad de la ciudadanía”, insistió. Cebada Tejeda reconoció que algunos ciudadanos han optado por tomar la justicia por su propia mano, un fenómeno que, aunque reprobable, responde al hartazgo y la falta de credibilidad hacia las autoridades. "El cansancio de la gente crece porque no ve resultados no importa el color del partido, lo que importa es que no están representando al pueblo como deberían. Por eso la gente se levanta, aunque no siempre sea por las vías adecuadas, pero ¿qué otros caminos les quedan?”, concluyó. En este marco, la Iglesia de Orizaba llamó a recuperar la confianza y el compromiso por la paz, exhortando a los tres niveles de Gobierno a responder con acciones concretas ante la creciente ola de violencia que aqueja al país.
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