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Xalapa, Ver.-
Al acusar interés político, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo rechazó la decisión del Departamento de Transporte de Estados Unidos de cancelar las nuevas rutas del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) hacia ese país. “México no es piñata de nadie, a México se le respeta”. Según la mandataria federal, detrás de estas acciones, “que se están tomando de manera unilateral”, podría haber “un interés político, puede ser apoyar a algunas empresas frente a otras, incluso estadunidenses”. Por tanto, instruyó al canciller Juan Ramón de la Fuente buscar una reunión con los secretarios de Estado, Marco Rubio, y de Transporte, Sean Duffy, para revisar si la decisión tiene fundamento. Porque “desde nuestra perspectiva no tiene ninguno, no vaya a ser que haya un interés de otro tipo, ¿verdad?”; lo extraño es que al parecer la Presidenta olvidó que su antecesor Andrés Manuel López Obrador rompió los acuerdos, por capricho. Tras advertir el miércoles en su conferencia de prensa que los estadunidenses quieren cancelar más vuelos, confió en que haya entendimiento. Hasta ahora, sostuvo, “hemos logrado un respeto muy grande de distintas instituciones del gobierno de Estados Unidos, incluida la máxima institución, que es la presidencia; con Donald Trump hemos logrado un buen entendimiento”. Señaló que la llamada que sostuvieron el sábado “fue muy buena” y antier él confirmó que “en efecto no se van a poner los aranceles que se habían anunciado para el 1º de noviembre y que seguimos trabajando de manera coordinada”. Sheinbaum Pardo agregó que también pidió a Andrea Marván, titular de la Comisión Nacional Antimonopolio, “un análisis de si realmente se está afectando la competencia de las aerolíneas estadunidenses”, como argumentan en el país vecino, porque desde nuestra perspectiva, recalcó, no la hay. Informó que este viernes se reunirá con las tres aerolíneas mexicanas, Aeroméxico, VivaAerobus y Volaris, para conocer su punto de vista. Confió en que la próxima semana se dé la reunión con los secretarios de Estados Unidos para “a través del diálogo y el entendimiento evitar que prosigan estas sanciones”. Recordó que la decisión estadunidense se basa en dos argumentos que hace meses hizo el Departamento de Transporte y que fueron contestados “con toda prontitud”. Uno, que el decreto del ex presidente López Obrador para que la carga dedicada se moviera del Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) al AIFA “no está acorde con un acuerdo firmado en 2015”, y, dos, sobre la distribución de los slots en la terminal capitalina. La Presidenta subrayó que “todas las empresas de carga dedicada que se fueron al AIFA están felices; tienen más espacio, hay más seguridad a la salida de los contenedores” y resaltó que sólo hay un pequeño reclamo relacionado con aduanas que ya se está atendiendo. O sea, insistió, “todas las empresas, incluidas las estadunidenses, están muy contentas en el AIFA”.
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