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XALAPA.- Cómo andará Morena de desesperada en Veracruz ante la ola de críticas por el mal manejo de la tragedia en la zona norte del estado, que tienen que echar mano hasta del ex gobernador Javier Duarte de Ochoa – quien sigue hospedado en una celda del Reclusorio Norte - para que defienda a la mandataria estatal. Y es que, según Duarte de Ochoa, nuevo aliado de Morena, la respuesta a la catástrofe de las inundaciones en la zona norte de Veracruz fue positiva por parte de la gobernadora Rocío Nahle García, a pesar de que recibió una pésima estructura en materia de protección civil, de parte de su antecesor Cuitláhuac García Jiménez. Según Duarte, más adelante, una vez realizados los trabajos de limpieza y saneamiento de las calles y viviendas, habrá tiempo de determinar responsabilidades sobre si hubo o no un alertamiento a tiempo para la población. “En su momento habrá que deslindar responsabilidades, sin embargo lo que es un hecho es que la respuesta para atender a los afectados por parte del gobierno ha sido cada día mejor y cada vez se escuchan menos voces de reclamos entre la población afectada, salvo algunos incidentes a las autoridades municipales por su frivolidad e indiferencia, lo cierto es cada vez vemos como todo está volviendo a la normalidad”, aseguró para quedar bien, pues en su situación, ni modo que dijera lo contrario. El ex gobernador destacó que Veracruz por su peso económico, cultural, poblacional, electoral y político es natural que siempre despierte mucha atención nacional, y que algunos personajes aprovechan esta situación para utilizar a algunos medios nacionales para denostar al gobernante en turno por así convenir a sus intereses. “Lo cierto es que la Gobernadora Rocío Nahle a pesar de la pésima estructura en materia de protección civil que heredó de su antecesor ha logrado, con el apoyo de la Presidenta Claudia Sheinbaum, estabilizar la situación en las zonas afectadas por el desbordamiento de los ríos al norte del estado y ya están comenzando a darles sus apoyos correspondientes a los damnificados en aparente orden”, aseguró. Eso sí, el sentenciado a nueve años de cárcel por lavado de dinero y asociación delictuosa, lamentó que algunos facinerosos aprovechen el dolor y la desgracia de los afectados para golpear al gobierno, pero eso es parte de lo que significa gobernar un estado tan complejo como lo es Veracruz “y el gobernante tiene que tener el cuero suficientemente grueso para resistir estas manifestaciones que pueden ser legítimas o que responden a intereses políticos”, concluyó.
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