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XALAPA.- Desde febrero de 2024 la Constitución prohíbe la producción, importación y venta de cigarros electrónicos que incluye a vapeadores, dispositivos de tabaco calentado y cualquier otro de administración de nicotina, pero en la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud enviada por el Ejecutivo al Congreso de la Unión hace un par de semanas, se abre la puerta para la venta de estos últimos, pues se refiere solo a los productos que no contengan tabaco. De acuerdo con Max Cárdenas, abogado de la organización Salud Justa Mx, en la propuesta de reforma a la Ley de Impuestos Especiales a Productos y Servicios (IEPS) existe una contradicción, pues además de los cigarros y puros, incluye a “otros productos con nicotina natural o sintética”. Esto no tiene razón de ser porque “otros productos” son los cigarros de tabaco calentado e incluso las bolsas de nicotina que se venden en México desde el año pasado sin ningún tipo de control regulatorio. Al respecto, Rogelio Pérez Padilla, investigador emérito del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), comentó que las bolsas de nicotina tienen poco tiempo en el mercado, pero “desde hace mucho” se sabe que la nicotina es altamente tóxica y genera adicción. Como ocurrió con los vapeadores y el tabaco calentado, la industria tabacalera, promueve a las bolsas de nicotina como auxiliares para dejar de fumar. Sin embargo, no existe ninguna evidencia de ello. Es más probable que los usuarios se mantengan consumiendo cigarros convencionales, las bolsas de nicotina y los dispositivos de tabaco calentado de manera indistinta. Llamó la atención sobre las bolsas de nicotina, respecto de las cuales se carece de información puntual sobre su contenido, pero al ser sintético se infiere que puede tener una cantidad de nicotina más elevada y contaminantes adicionales. Luz Myriam Reynales, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública, señaló el riesgo de las bolsas de nicotina, sobre todo para los adolescentes que no han tenido contacto previo con esta sustancia, tienen un mayor riesgo de volverse adictos en poco tiempo. Señala investigaciones que han demostrado que el producto altera el microbioma de la boca, por la aparición de bacterias que producen inflamación de encías, caries y pérdida de piezas dentales. Las sustancias que contiene aumentan el riesgo de lesiones precursoras de cáncer en el esófago, colon, hígado, riñones y vejiga, entre otros órganos.
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