|
Foto:
.
|
XALAPA.- El lineamiento de sustituir importaciones por productos nacionales es como una “veladora ardiente” para la industria textil de nuestro país, después de años de indiferencia, contrabando y prácticas desleales, afirmó Rafael Zaga Saba, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Textil (CANAINTEX), al destacar el Plan México. El sector suma 10 trimestres consecutivos con un descenso en el PIB manufacturero y durante los últimos años ha perdido más de 80 mil empleos. Hoy el objetivo es seducir al consumidor nacional para comprar lo hecho en México. Como una frase de campaña, se invita a “voltear la etiqueta” de las prendas en cualquier tienda o centro comercial, en busca del sello de origen, y apostar por manos mexicanas. En entrevista Zaga Saba comenta “A la industria que mejor le queda el Plan México es a la textil, como anillo al dedo, porque nosotros sí podemos hacer productos cien por ciento nacionales. De todas las exportaciones como país, los textiles son los de mayor contenido mexicano, pura mano de obra nacional, desde la semilla sembrada en un campo algodonero del norte hasta el producto terminado”. ¿Cuál es el porcentaje de contenido nacional en las exportaciones textiles? -se le preguntó. Por cada dólar que exportamos, el 36 por ciento es de contenido nacional, y eso que hablamos del promedio de varios tipos de productos que enviamos al extranjero. Se sabe que entre los productos más solicitados están los pantalones de mezclilla… Sí, hay un mercado gigantesco en Estados Unidos, donde uno de cada 3 pantalones de mezclilla para caballero comercializados son producidos en México; son los que generalmente llamamos jeans, hechos con algodón que viene de Chihuahua, de Tamaulipas o de la región de La Laguna. Desde la tierra, desde el campo hasta la prenda final, son cien por ciento nacionales. Y es lo que seguiremos defendiendo. ¿Por qué el desplome en el PIB, los empleos perdidos y las empresas cerradas?, se le preguntó: “Principalmente porque ha habido un mal uso de programas sectoriales como el IMMEX: se importaban mercancías como temporales, pero era un engaño, se quedaban en México sin pagar impuestos ni aranceles. Y además por el contrabando bronco y técnico. Es la consecuencia de no competir en una cancha pareja. ¿Cómo competir con China cuando no respeta las reglas de mercado, cuando recibe subsidios de su gobierno y el 80 por ciento del algodón que consume viene de una región llamada Xinjiang, donde se ha documentado trabajo forzoso? Por eso en Estados Unidos y Europa muchas marcas lo tienen vetado, no podemos competir contra eso. Fue una suma de factores y se formó la tormenta perfecta”. En los últimos años han sido más de 80 mil, no los hemos podido recuperar. También han cerrado varias empresas, grandes y pequeñas, que ya eran de varias generaciones. Aun así, somos un sector estratégico, que le sigue dando trabajo a un millón 100 mil personas, el 68 por ciento mujeres, y que no se limita a unidades productivas en zonas urbanas, también en zonas rurales, destaca. El 19 de diciembre de 2024, el Ejecutivo firmó un decreto para incrementar los aranceles de mercancías textiles y reducir la lista de productos con la posibilidad de ser importados vía el programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX). ¿Qué impacto ha tenido, a más de 10 meses de la firma? -se preguntó al presidente de CANAINTEX. Es algo que veníamos peleando de tiempo atrás. Había una importación desmedida de productos finales que se hacían pasar por temporales. Más del 80 por ciento venían de China. Lo que sigue es sellar las puertas de entrada para evitar el contrabando, ahí está el reto para Rafael Marín, titular de Aduanas. ¿Cuál es el corazón de esta campaña que invita a la gente a voltear la etiqueta? Lo que buscamos es que corrobore que un producto textil hecho en México es de calidad, apegado a la mejor tecnología y a precios competitivos. No cuesta nada voltear la etiqueta de una camisa, de una playera, de una toalla y verificar si es hecho en el país, que los consumidores sepan que tendrá igual o mejor calidad que un producto de cualquier otro país. Tampoco cuesta nada preguntar en las tiendas si les pueden ofrecer alguna opción nacional, vale la pena, porque la totalidad de la derrama económica se quedará aquí.
|