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Xalapa, Ver.-
Las cifras de reducción de la pobreza en México fueron motivo de debate en la Cámara de Diputados, pues mientras los grupos parlamentarios de la mayoría las presentaron como muestra del éxito de los programas sociales, la oposición alertó que son engañosas, porque las carencias por falta de acceso a la salud y la seguridad social crecen, pero la 4T se justifica diciendo que tiene “otros datos”. Durante el análisis del informe de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, en materia de política social, la morenista Kenia Gisell Muñiz destacó que en el primer año de la actual administración se destinaron 850 mil millones de pesos (mdp) a diversos programas sociales, que beneficiaron a 32 millones de familias. Entre los esquemas de bienestar más importantes, resaltó, están las pensiones para personas adultas mayores, que abarcan 13 millones de beneficiarios, y para personas con discapacidad, con 1.6 millones de derechohabientes, lo que demuestra que “el Estado está presente y ocupado en que el bienestar sea permanente y para todos”. De su lado, el petista Adrián González Naveda destacó que los 850 mil mdp destinados a los programas sociales en el primer año de gobierno son muy superiores a los 120 mil que se dedicaron en promedio durante el sexenio de Felipe Calderón, o los 150 mil de Enrique Peña Nieto. Asimismo, saludó que 13.4 millones de personas hayan salido de la pobreza desde 2018 a la fecha y otros 2.1 millones superaran la línea de la pobreza extrema, por lo que llamó a “los nostálgicos del pasado a reconocer que los números no mienten”. En sentido contrario, Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) indicó que las cifras sobre el presupuesto destinado a los programas sociales en el primer año de la administración de Sheinbaum son utilizadas para no mencionar el “fracaso estructural” del gobierno en materia de salud y seguridad social. Según reportes sobre pobreza multidimensional, afirmó el legislador, 44.5 millones de personas –equivalentes a 34 por ciento de la población— siguen sin tener acceso a los servicios públicos de salud, cuando en 2018 esa cifra era de 16 por ciento. En estados como Chiapas y Guerrero, una de cada dos personas no puede ejercer ese derecho. Ante el hecho de que 46 por ciento de los mexicanos debe cubrir con sus propios recursos sus necesidades de salud, ante la insuficiencia del sistema sanitario público, y que el programa IMSS-Bienestar registró un subejercicio de 111 mil mdp en el primer año de Sheinbaum, “el ambiente es sombrío y la conclusión es clara: la salud ha sido el talón de Aquiles, por soberbia y corrupción, de Morena”.
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