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Xalapa, Ver.-
Los rituales a un no terminan en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), este miércoles en el primer acto público con su nueva integración, inaugurado con una ceremonia tradicional de purificación y dedicado, por primera vez, a las mujeres indígenas y afromexicanas. En el encuentro, ellas denunciaron las barreras que enfrentan para acceder a la justicia, la discriminación y hasta las amenazas de muerte por defender sus territorios y derechos. En el acto, el ministro presidente Hugo Aguilar Ortiz les garantizó que el máximo tribunal “será una aliada firme de quienes históricamente han sido excluidas”. A la ceremonia denomina “Espacio de Diálogo de los Saberes: Las Mujeres Indígenas y Afromexicanas en la Nueva SCJN”, celebrada en la zona de Murales, asistieron también las ministras Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf y el ministro Irving Espinosa Betanzo, pero los invitados centrales fueron mujeres de distintas comunidades del país y sus representantes. El acto, conmemorativo Día Nacional e Internacional de las Mujeres Indígenas, inició con un rito en el que María de los Ángeles Carrillo Silva, autoridad tradicional del pueblo Kumiai de San José de las Zorras (Baja California), puso de pie a los presentes, incluidos a los ministros, los instruyó a hacer un círculo y luego encendió el ramillete de hierbas secas y lo encendió para pasar el sahumerio sobre cada persona. Tras la ceremonia en la Corte se abrió un espacio de diálogo, en el que mujeres autoridades en distintas comunicados indígenas y afroamexicanas expusieron la problemática que enfrentan, desde discriminación y violencia de género, hasta despojo de tierras. Una de ellas, María de los Ángeles Carrillo Silva, denunció incluso amenazas de muerte por su defensa. “En esta ocasión vengo a ver si la Suprema Corte de Justicia me puede ayudar. Nosotros estamos teniendo mucho despojo de territorio ancestral, un 40 por ciento está invadido, pero es territorio que se puede comprobar que que por derecho le corresponde a la comunidad. Tenemos un amparo que es el 2/31, pero que allá en el en el municipio de Ensenada, que está en el Juzgado Octavo y nos están dando para atrás ese amparo. “Entonces, nosotros queremos ahorita es apoyo, ¿por qué? Porque yo ya estoy hasta teniendo amenazas de muerte por la defensa de mi territorio”, denunció. En tanto, Asela García, síndica municipal de San Agustín Loxicha, Oaxaca, informó que, por primera vez, a la sindicatura de su comunidad se le otorgó la facultad de emitir alertas de género, y que ya han emitido varias órdenes. “En cuanto a los retos, realmente ha sido muy complicado…hemos hecho el acompañamiento de las mujeres que sufren todo tipo de violencia”. Sin embargo, también denunció que cuando acuden a la justicia se han encontrado con barreras que las revictimizan. “Otro de los obstáculos es que no hay sensibilización por parte de los que imparten justicia. ¿Por qué lo digo? Lo digo de viva voz porque lo he vivido. Entonces, como síndica municipal y titular es una doble responsabilidad para mí”, comentó. María Juana Farías Ramírez, presidenta del Consejo Comunidad de la comunidad purépecha de San Felipe de los Herreros, del municipio de Charapan, Michoacán, expuso que ante la violencia que enfrentan las mujeres se topan con otra barrera por parte de la justicia. “El problema principal de acceder a la justicia en general para la mujer indígena son en mayor parte los procesos legales y la burocracia que deja de lado la protección real, pronta y eficaz de las mujeres indígenas con mayor vulnerabilidad”, señaló.
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