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Foto:
Ambrosio Pablo Hernández
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Xalapa, Ver.-
El expresidente municipal del municipio de Ciudad Isla, Veracruz, Antonio Huerta Martínez, perdió la vida tras ser atacado por un enjambre de abejas africanizadas mientras realizaba labores en su rancho. Los hechos ocurrieron la tarde del miércoles cuando el exedil se encontraba trabajando en un tractor y los insectos lo atacaron de manera repentina, provocándole múltiples picaduras en el rostro, cuello y espalda, que le ocasionaron la muerte en el lugar de los hechos. Vecinos de la zona que se percataron de lo ocurrido de inmediato llamaron al número de emergencia 911; al llegar personal de protección civil municipal solo confirmaron que el hombre ya no contaba con signos vitales. Posteriormente llegó personal de servicios periciales y tomaron conocimiento de lo sucedido, además, exhortaron a la ciudadanía a extremar precauciones en áreas rurales, donde es frecuente la presencia de enjambres de abejas africanizadas. Las abejas africanizadas, conocidas por su inusual ferocidad en la defensa de sus colonias, se han convertido en un tema de preocupación debido a su tendencia a atacar con poca o ninguna provocación. Este comportamiento defensivo se manifiesta en la forma en que un número significativamente mayor de estos insectos acude en defensa de la colmena, aumentando la probabilidad de picaduras múltiples a sus víctimas, las cuales pueden llegar a ser atacadas cientos de veces, de acuerdo con la Universidad de Arizona. Aunque las abejas africanas son más agresivas, su veneno no es más dañino. En caso de una picadura de abeja, avispa o avispón, es esencial seguir una serie de pasos inmediatos para mitigar el incidente y prevenir reacciones adversas graves. Es prioritario mantener la calma y garantizar que el afectado no esté solo, en caso de que se presente una reacción alérgica inesperada tras la picadura. La higiene juega un papel crucial; es decir, el área afectada debería lavarse con agua y jabón para evitar infecciones. Una vez asegurada la limpieza de la zona lesionada, es fundamental extraer el aguijón sin comprimirlo, evitando el uso de pinzas que podrían inyectar más veneno al cuerpo. Este procedimiento se puede realizar con suavidad, empleando una gasa o rasqueteando cuidadosamente con la uña. Posteriormente, aplicar compresas frías o hielo resulta beneficioso para disminuir la hinchazón y proporcionar alivio al afectado. Además, se enfatiza la importancia de no rascar la picadura, ya que esta acción puede intensificar la irritación, el prurito y elevar considerablemente el riesgo de complicaciones, como infecciones. La atención pronta y correcta no solo alivia la incomodidad inmediata, sino que también previene el desarrollo de problemas mayores que podrían requerir intervención médica.
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